SALTA (Redacción) – Explotó una nueva polémica en seno de la administración pública de la capital. En ese sentido, los trabajadores denunciaron «maltrato» y falta de insumos sanitarios en los cementerios municipales. Precisamente, indicaron que esta problemática se manifiesta desde hace varias jornadas en las necrópolis de Padua y De la Santa Cruz. Además, contaron que los funcionarios locales admitieron que «no hay presupuesto» para abastecerlos diariamente de «barbijos y guantes«.
Natalia, una de las trabajadores administrativas del sector, habló sobre el mensaje de voz que emitió el director del área comunal, Tomás Calderoni. A través de esa vía, el dirigente había exclamado: «No anden pidiendo todos los días un par de guantes y un par de barbijos. Se les da un par y los usan. No repartimos barbijos todos los días porque se nos acaba el presupuesto. Sean responsables con las cuestiones del cementerio». Además, había mencionado que se reiniciarían»las guardias normales del cementerio, mañana y tarde, y empezamos a abrir las puertas». «Avísenle a todos los que no están en el grupo para que vayan saliendo. Es una orden mía que volvemos a reabrir las puertas», había sentenciado.
Conflicto en el cementerio
En declaraciones a la FM 91.1, Natalia Natalia comentó que los trabajadores administrativos y operarios debieron concurrir a los predios «desde temprano». «Si bien se rompía la cuarentena obligatoria, estábamos todos, alrededor de cincuenta y pico de empleados en el Santa Cruz. A su vez, relató que los operarios sufrieron «un maltrato» por parte del director del sector. «Creo que no actuó bien, espero que tengamos una disculpa», afirmó.
De cara a las próximas semanas, la empleada confirmó que los cementerios comunales seguirán abiertos con «guardias mínimas». No obstante, reclamó que «se necesitan los insumos necesarios, como barbijos y alcohol en gel». Si bien reconoció que no hay más fondos disponibles para suministrarles estos insumos, remarcó que son indispensables para evitar eventuales contagios de coronavirus entre el personal. «Tenemos que hacer durar un barbijo hasta que termine la cuarentena», reiteró.
«La mayoría de mis compañeros tiene barbijos caseros. Se los hicieron ellos o los compraron, pero no nos los provee el cementerio», expuso Natalia. Consultada por la advertencia de que había realizado Calderoni, quien había exclamado que utilicen los guantes y barbijos «hasta morir», aseguró que esta frase «cayó mal». «Eso no es cuidar al empleado, no es cuidar a la gente. Nosotros le estamos dando un servicio a la comunidad», sentenció.
