SALTA (Redacción) – Sergio Andrade, remisero en el municipio del norte General Enrique Mosconi informó sobre lo ocurrido ayer en Campamento Vespucio, donde se produjo un derrame del combustible fósil (petróleo) de los pozos abandonados por la ex empresa, en ese momento con convenio estatal, Standar Oil, en la década del ’30. “Vivimos en un suelo por debajo rico y por encima con una pobreza impresionante”, expresó.
Señaló que “los lugares en los que perforaron siempre están derramando. Ayer la gente se asustó porque salía con un poco de gas”. A lo que añadió en FM 88.1 que “este pozo se perforó en 1933, la gente que estuvo trabajando lo hizo con la empresa estatal que era Standar, en aquellos tiempos. Estos pozos no fueron abandonados sin ser sellados”. Y planteó que “están muriendo niños por desnutrición y tenemos una riqueza enorme que la nación no quiere reactivar”.
La falta de agua y el hambre hacen estragos
Además, Andrade contó que una de las mayores dificultades que tiene la región es el acceso al agua: “Acá estamos acostumbrados a bañarnos con jarrito y trasladar los bidones”. El remisero aseguró que en Mosconi hay muchos niños y niñas con discapacidad para los que el gobierno envió materiales de construcción para que puedan acceder a una vivienda digna pero que “desapareció todo eso”.
Cuarentena por CoVid-19
Ante la consulta por la situación de la cuarentena obligatoria por el coronavirus, expuso que “nosotros la estamos pasando muy mal. El lunes comenzamos a trabajar hasta las 6 de la tarde y Tartagal hace horario corrido hasta las 4 de la tarde, después nadie”. Asimismo, indicó que las remiseras de la zona no tienen los papeles en regla por lo que se les complica para completar el formulario de circulación impuesto por el gobierno de la provincia.
Finalmente, insistiendo en la paradoja de ser un suelo tan rico por la explotación del petróleo y la pobreza de quienes habitan esos lugares, cuestionó que “acá tenemos que trabajar para pucherear, lamentablemente sólo es para pucherear, porque para pagar la luz no te queda nada”. Con esto queda en evidencia la pobreza del norte, y la emeregencia sociosanitaria no resulta suficiente.
