SALTA (Redacción) – Hace tan sólo unas horas, se activó nuevamente el Protocolo por Coronavirus en la ciudad. Esta vez se realizó en uno de los puntos neurálgicos del municipio. Precisamente, se trata del Centro Cívico Municipal, ubicado en Avenida Paraguay 1240. Salta4400 estuvo allí y registró los testimonios de la empleada que dio cuenta de esta situación desesperante.
Claudia es una empleada que trabaja hace más de 20 años en el CCM y quien, lamentablemente, aparentemente estuvo en contacto con el trabajador que se acercó a la oficina para pagar sus cuentas. “El empezó a hablar sobre esto de la pandemia y que está harto. Yo le dije que bueno, que es un cuidado para todos. Yo lo atendí. Este señor vino a pagar inmuebles, es un camionero”, expuso.
Específicamente, el mismo se presentó en la oficina donde se realiza la emisión de boletas. Para llegar allí se debe atravesar todo el CCM. “El me contó que tiene los hijos acá y ha venido a pagar las boletas porque los hijos no pagaron. Me dijo que venía de Buenos Aires. Encima estaba sin barbijo. Bah…él tenía un barbijo, viejísimo, era un trapo”, advirtió la empleada.
Según lo que Claudia explica, el trabajador habría llegado a Salta, tras realizar un viaje desde Buenos Aires. En un primer momento no lo dejaban pasar pero luego, consiguió el permiso para concretar este viaje. Al menos, eso fue lo que el hombre le contó a Claudia durante los minutos que duró el encuentro. “Hace dos días que esta acá en Salta. Yo le dije que tendría que estar haciendo cuarentena. El Gobernador, Gustavo, dijo que no entraba nadie y no salía nadie ¿Cómo entran y salen?”, respondió desesperada.
Según trascendió, el trabajador minimizó la situación ante el llamado de atención de Claudia, quien se mostró angustiada y desconcertada por lo acontecido. La empleada asegura que luego de este intercambio de palabras, le “tiró la boleta”. Tras ello, se levantó y se fue, sin tener contacto con este individuo. Sin embargo, las respuestas de las autoridades no fueron las mejores.
¿Y el protocolo?
Los guardias llamaron al 911. Claudia contó que pidió esperar a la ambulancia, pero que las autoridades le dijeron que tan sólo se fuera, despachándola sin ningún tipo de protocolo por lo sucedido. “Me sacaron afuera y mi jefe me dijo perdóname. Se puso mal también. Estaba sola ahí, mis compañeros me sacaban fotos, para ver quién era la infectada. Yo les dije que quería entrar si iban a estar haciendo eso. Entonces, me sacaron para acá. Luego, el licenciado Albrich me dijo que me vaya a mi casa”, reveló entre lágrimas.
Claudia admitió que las autoridades le pidieron que se retirará porque “no era un caso de primer grado debido a que hubo el debido distanciamiento”. Sin dudas, las irregularidades y los cabos sueltos continúan siendo parte de lo acontecido este mediodía. Será cuestión de tiempo para que las respuestas salgan a la luz. Lo cierto es que la desprolijidad y la inconciencia empañó el protocolo sanitario.