SALTA (Redacción) – Al tercer día de su estadía en el sur de la provincia, un viajante perdió todos los libros que había llevado para la venta, valuados en una suma superior a los 130 mil pesos, según lo informado por la Policía a este medio. El damnificado había llegado a la localidad de Joaquín V. González el 19 de junio, y tras hacer un recorrido por el pueblo se instaló en un inmueble ubicado en la esquina de las calles Uruguay y México.
Al denunciar el hecho, Hugo Gregorio, un vendedor de la capital salteña de 52 años, sostuvo que en dicho lugar alquiló una pieza, en la que pernoctaba después de visitar distintos puntos de ventas en esa ciudad y otros parajes vecinos. Esta rutina se extendió hasta el 21 de junio a la noche, cuando el vendedor regresó a la vivienda y dejó estacionada su camioneta, marca Fiat Fiorino, en cuya caja guardaba los libros que ofrecía en venta.
Confiado, Gregorio se entregó al descanso y al otro día se levantó para reiniciar su jornada laboral, sin embargo, cuando se acercó a la camioneta se percató de una situación que cambió todo en sus planes. La mercadería que se hallaba en la caja del utilitario había desaparecido prácticamente por completo, como así también se había llevado el estéreo y otros elementos de valor.
De acuerdo a lo denunciado, los ladrones forzaron una ventana del vehículo, tras lo cual pudieron acceder al interior del rodado. Gregorio valuó el perjuicio económico por el atraco en una suma cercana a los 140 mil pesos. Indicó que los libros robados se tratan de enciclopedias completas, de distintas temáticas. En total se trata de 60 libros los sustraídos.
Tras la denuncia del robo, la policía comenzó a investigar lo sucedido y en ese sentido se originaron sospechas en torno a un empleado del lugar que ofrece hospedaje a Gregorio, quien habría estado al momento que el vendedor llegó al lugar, pero después lo vio retirarse poco antes de la medianoche, sin saber a dónde fue. Se cree que este sujeto pudo haber ido en busca de otros cómplices para cometer el saqueo.
Posteriormente, sin embargo, otra pistas, aportada por el propietario del hospedaje, apuntó a un grupo de sujetos que se reúnen en la esquina del lugar, en especial a integrantes de una familia conflictiva, la que se mudó pocos días atrás y tienen antecedentes delictivos. Los vecinos sospechan que estos individuos serían los autores del robo de los libros al viajante.
Al respecto, la policía lleva adelante distintas pesquisa en busca de establecer lo sucedido e identificar a los autores del robo, sin descartar ninguna de las hipótesis planteadas por los vecinos y otros testigos, sin embargo, hasta el momento no haya detenidos por el hecho. Por la característica del botín robado, los investigadores creen que los ladrones se delataran solos cuando intenten reducir los elementos robados.
