Mucha gente la pasó mal durante el aislamiento preventivo. Los cuentapropistas, los comerciantes, los dueños de bares sufrieron las consecuencias del encierro. Pero, de a poco, las actividades vuelven a una cierta normalidad. Los que no tienen novedades sobre una posible vuelta a las actividades, son los artistas. Músicos, actores, cómicos están desesperados, por ese motivo se diagramó una Ley de Emergencia de la Cultura, que parece estar muy lejos de aprobarse.
Los artistas se reunieron, con funcionarios municipales, con concejales, diputados provinciales. Pero nadie parece interesado en resolver el problema de cientos de salteños que están en una situación angustiante. Al menos así lo relató la humorista Graciela Quipildor, conocida como “La Quipi”, que con su particular estilo contó el padecer de los artistas.
“Resulta que semana pasada, trabajadores de distintas ramas de la Cultura nos reunimos con seis diputados (siete si contamos la que llegó tarde casi para los aplausos). Nos prometieron respuestas para hoy (por el jueves de la semana pasada). Hoy, en una clarísima muestra del interés de los diputados por la Cultura, sólo había la mitad: el diputado Hector Chibán, que es el que nos acompaña en la iniciativa de una Ley de Emergencia Cultural, el diputado Pantaleón y el Presidente de la Cámara de Diputados, Esteban Amat”, comenzó el tragicómico relato.
“Resulta que Amat, nos contó que se reunió con la Secretaria de Cultura, Sabrina Sansone. Raro, porque a la reunión llevó a la diputada que llegó tarde pero no al diputado autor del proyecto. Y armó la reunión sin más representantes de la Cultura que el artista que lleva dentro. Dice que habló con ella, y que ella le dijo que NACIÓN tiene programas, beneficios, becas y subsidios, que nos anotemos ahí. Sí, claro, pero acá estamos para reclamar políticas públicas provinciales para un contexto de emergencia local, que debería ser su trabajo”, agregó irónica.
“Amat –comtinuó- esquivando un poco la idea de ir por la Ley de Emergencia Cultural. «Para qué, si va a tardar y después seguro se va a dormir en el Senado». Nos dijo que primero nos reunamos con Sabrina Sansone y con el ministro (Matías) Cánepa, pero que les hablemos, palabras textuales, «con humildad». Ni el Señor y la Virgen del Milagro te piden tanto. Humildad para que te reciba un funcionario. Quizás haya que llevar también una ofrenda, ir con la cara sucia y arrastrarse, no lo sé, voy a averiguar”, se quejó La Quipi.
“Nos puso como ejemplo –manifestó con enojo- a un macho que los emocionó hablando sobre turismo y no se qué. Más o menos nos mandó a ver un tutorial sobre cómo conmover a un político para que trabaje. Será que la gente enojada y con hambre no es lo suficientemente convincente. Así que vamos a ir a reunión con ellos, supongo que para tirarles ideas, porque al parecer no se dan cuenta después de taaaantas reuniones para la foto con referentes de la cultura que tuvieron estos cuatro meses y medio, que los artistas necesitamos trabajar y comer”.
“Amat finalizó la reunión diciendo que las puertas de la Legislatura siempre estarán abiertas para nosotros. Qué bueno saberlo, Amat, porque en breve me voy a ir a vivir ahí cuando no tenga para pagar el alquiler”, finalizó su relato, con el humor que la caracteriza. El final no es tan gracioso como la narración, la reunión con la exbailarina de Bailando por un Sueño, que hoy ocupa la Secretaría de Cultura, nunca se llevó a cabo.