SALTA (Redacción) – El ministro de Salud de la provincia de Salta, Roque Mascarello, se refirió a la reducción de la tasa de mortalidad infantil y materna. Allí destacó: “El esfuerzo es de todo el equipo de salud, de agentes sanitarios y mucamas. Siempre me gusta decir que un médico no puede atender si no tiene el trabajo hecho por la persona que le limpia el consultorio o una enfermera para recibir la indicación. No es posible hacer el trabajo sin que exista una derivación o un vehículo para que lo maneje. Por eso nosotros hablamos del grupo en general. El esfuerzo individual puede lograr resultados, pero el colectivo modifica realidades. En este caso, lo hace posible en el ámbito sanitario, que durante años nos ha avergonzado; y por suerte, ahora vamos por el camino correcto”.
Del mismo modo, el ministro de Salud de la provincia, agregó: “Todos los que trabajamos por Salta, sabemos que todavía queda un enorme camino por recorrer; y de ninguna manera nadie puede sentirse con que la tarea está terminada. Tenemos que mentalizarnos de la forma opuesta”. Además, enunció: “Hay un gran espacio para trabajar, pero al menos hay un norte claro. Un ordenamiento de qué es lo que tiene que hacer el Ministerio de Salud, y cómo seguir avanzando en esto. Por esa vía vamos a lograr más reducciones tan gráficas y contundentes como las recientemente presentadas”.
Por otra parte, Mascarello hizo hincapié a los lamentables hechos de mortalidad ocurridos en el Destierro de Rivadavia Banda sur y en Alto la Sierra, donde personas fallecieron por distintas causas. “Al interior más profundo es donde más hincapié hemos hecho; y obviamente la modificación de todo eso es cierto. Nosotros nunca lo hemos desconocido, se logra trabajando y no existe otro organismo que pueda solucionar ese problema. Desde mi lugar puedo hablar sobre la realización de 4 millones de consulta por año en los servicios de salud en la provincia. También te puedo decir que hacemos 45 mil cirugías en todos nuestros centros sanitarios. Con esto quiero contarte que las dos cosas son ciertas, los grandes logros y las cosas que tenemos que mejorar”.
En la línea mencionada, el ministro de Salud de Salta añadió: “Esto se hace siguiendo un ordenamiento y estableciendo pautas de trabajo para ir modificando esa realidad. Después hacer que se cumplan en cada uno de los lugares”. Y aseguró: “Hay cuestiones que no se debe dejar de lado que son las individuales. Claramente existe una responsabilidad personal vinculada con una gran gama de enfermedades, entre ellas la diabetes. En esos casos hay caminos para no llegar a esa instancia en un paraje tan desolado y alejado como ese. A la vez, esto es responsabilidad de todos, no es el mérito de nadie en particular y queda una enorme tarea por desarrollar”.
En cuanto al arena virus y las posibilidad de transmisión por medio de las hojas de coca, Mascarello brindó su parecer. “Hasta el momento son tres las muertes registradas. De todas maneras tenemos certeza de que es bastante improbable que eso suceda aquí. Primero porque pasa mucho tiempo desde el momento que se cultiva la coca hasta que es utilizada en el coqueo, un hábito ancestral en nuestra provincia. En ese tiempo existen cambios climáticos que no soporta el virus. Por lo tanto es bastante poco probable que eso suceda y que pueda llegar a transmitirse aquí”. Y agregó: “Además, es una variedad de virus que aquí no existe y no es un ratón que aquí se manifieste”.
Al referirse a posibles curas de dicha enfermedad, el ministro de Salud de la provincia comentó: “En Argentina para el virus Junín sí, pero el otro aparentemente no tiene todavía una vacuna. De todas formas, insisto en que no existe riesgo porque existe una imposibilidad fáctica. No está presente el hecho de la habilidad en el virus y hay una fragilidad que hace que se destruya con los cambios climáticos”. Y con determinación agregó: “Con esto quiero decir que no permanece en un lugar almacenado a las condiciones adecuadas para que se pueda desarrollar”.
“Desde el momento que se la cosecha, se la prepara, almacena, transporta, exporta y distribuye. Por lo que pasan una cantidad de días enormes, con todas las modificaciones climáticas que van haciendo que el virus se inactive. Es prácticamente imposible que eso suceda acá”, continúo Mascarello. Y concluyó: “Nos hemos acostumbrado a hablar de arena virus y no de fiebre hemorrágica; de plaquetopeña y no de dengue. Preferiría que hablemos como corresponde la terminología, porque lo otro es una cuestión médica muy específica para hacerlo. Tenemos que comenzar a referirnos a estos virus en criollo”.