SALTA (Redacción) – El robo ocurrió en un inmueble ubicado a escasas cuadras de la plaza principal de la ciudad, en donde el profesional tiene su consultorio y también un departamento que habita, el cual se encuentra en la parte posterior de la propiedad. Por el hecho, en tanto, la Policía aún no tiene pistas ni sospechosos en la mira, no obstante, se llevan adelante arduas pesquisas.
La denuncia por el este saqueo, según lo informado por fuentes policiales, fue radicada por el kinesiólogo, Andrés Blasco, quien señaló en su relato que descubrió el robo el viernes pasado, aunque sostuvo que el mismo ocurrió en horas de la madrugada. Indicó que el jueves, a la tarde, cerró su consultorio y se retiró a dormir sin advertir nada extraño.
El consultorio se encuentra ubicado sobre Las Heras, primera cuadras, entre España y Caseros. Blasco informó que al despertarse el viernes a la mañana, se dio con los rastros del saqueo en el patio interno de la propiedad, sector que divide el consultorio, en la parte delantera, con su departamento en el fondo del inmueble, donde reside.
Al revisar el consultorio, Blasco pudo ver que la puerta interna había sido forzada y que desde el interior se habían robado prácticamente todo el equipamiento utilizado para su labor profesional. Se trata de tres equipos de magnetoterapia, la suma de 5 mil pesos, como así también una computadora portátil, un televisor, una impresora, parlantes y un horno microondas.
Los bienes, según lo informado por la policía, fueron valuado por el profesional en una suma que asciende a los 200 mil pesos. Respecto a posibles sospechosos, Blasco informó que no tiene ninguna sospecha sobre nadie, ya que no observó nada fuera de lo común. La policía, en tanto, realizó todas las pericias del caso en busca de levantar rastros y huellas en la escena del hecho.
Por la magnitud de los elementos robados, la policía cree que los ladrones actuaron a sabiendas del equipamiento que iban a robar, por lo que no se descarta que hayan utilizado como apoyo un vehículo de gran parte, suficientes como para poder cargar el botín. Tampoco se descarta que los ladrones conocían al detalle los movimientos del profesional.
Blasco sostuvo que al acostarse a dormir no escuchó nada hasta el otro día, siendo que el consultorio está a pocos metros de su departamento. Los investigadores, en tanto, trabajan sobre la hipótesis de que los delincuentes podrían haber actuado con un cómplice interno, el que podría tratarse de un paciente o un amigo, familiar del profesional.
