SALTA (Redacción) – La violencia de género es una problemática que azota a la sociedad desde hace un largo tiempo y ningún gobierno pudo solucionarla. Esto se vio reflejado en la cantidad de femicidios que se registraron en los dos primeros meses del 2021. Según la fundación Mumalá hubo 47 muertas, entre ellas ocho vinculadas, y 64 intentos. Esto equivale a una mujer asesinada cada 30 horas.
La fundación difundió un informe que tenía datos sobre las situaciones de violencia de los dos primeros meses del 2021. De acuerdo al documento, en los primeros en los primeros 59 días del año se cometieron 47 femicidios, femicidios vinculados y trans-travesticidios. Del total de casos, 39 fueron femicidios directos, es decir, perpetrados por varones por razones asociadas al género; seis vinculados a niños, dos por interposición en el hecho y dos vinculado a niñas.
Por otra parte, se contabilizaron 64 intentos de asesinato y tres femicidas se suicidaron luego cometer el hecho. En tanto, en total hubo 69 muertes violentas de mujeres, travestis y trans. Lo más preocupante de eso es el poco respaldo de la Justicia para las víctimas de violencia de género. De la totalidad de casos, tan solo el 4% de las víctimas poseían botón antipánico.
El informe también muestra que la mayoría de las muertes están vinculadas a delitos como narcotráfico, venganzas o deudas, entre otras. 10 de ella todavía están en proceso de investigación para saber más detalles del hecho. Así también detallaron que el 17 % de los femicidios fue perpetrado por integrantes de las fuerzas de seguridad, es decir que aumentó un 5% respecto a los datos de enero.
Más datos lamentables
Mumalá detalló que el 29% de las víctimas había denunciado a su agresor, lo que significó una suba del 9% respecto al anterior informe. Por otra parte, indicó que el 19% tenía orden de restricción de contacto o perimetral y que el 94 % de los femicidas eran conocidos por las víctimas (64 % parejas y ex parejas). Para finalizar, informó que el 70% de los femicidios se realizaron en la vivienda de la víctima o vivienda compartida.