SALTA (Redacción) – En una nueva jornada del juicio por el crimen de Jimena Salas declararon varios testigos. Entre ellos, una médica psiquiatra, exempleados de la empresa donde trabaja el viudo Nicolás Cajal Gauffín, personal policial y tres trabajadores de la construcción que eran compañeros de Sergio Vargas. Para uno de los obreros solicitaron la detención por el delito de falso testimonio. Sin embargo, el Tribunal negó la solicitud y el fiscal Ramos Ossorio pidió que se inicie una investigación.
Cabe recordar que Cajal Gauffin y Vargas están imputados por el crimen sucedido en enero de 2017, cuando se encontró el cuerpo sin vida de Jimena Salas en su casa de Vaqueros. «El primer testigo fue un obrero de la construcción. Señaló que un viernes o sábado llegó a la obra que tenía en Vaqueros, el imputado Vargas. Entre las 10 u 11 de la mañana y que permaneció junto a él hasta las 13 o 14. Dijo que compartieron un vino y luego lo acercó con su moto hasta el puente de Vaqueros», relató la Fiscalía sobre el testimonio.
Por el contrario, el fiscal Ramiro Ramos Ossorio solicitó la detención del testigo por falso testimonio, basado en los numerosos testimonios de vecinos de barrio San Nicolás. Los residentes de la zona habían confirmaron la presencia del acusado en la zona. Además, señaló la imagen del domo de un móvil policial que lo capta alrededor de las 13 del día del crimen. Incluso, el obrero contradijo con lo declarado por el propio Vargas durante la investigación.
No hay prisión, pero si investigación
No obstante, los jueces Mascarello, Diez y Armiñana Dohorman no hicieron lugar al pedido del representante del Ministerio Público. Por ende, este último pidió que se inicie una investigación por falso testimonio. Luego, durante la audiencia, declararon tres exempleados de la firma comercial donde se desempeña como gerente regional el imputado Cajal Gauffín. Estos se refirieron a su presencia en la casa de la víctima el día del asesinato.
«En sus dichos, estas personas dejaron plasmado que el acusado tenía un manejo discrecional de dinero y de las desvinculaciones de empleados de la empresa. Donde pese a renunciar, algunos de ellos obtenían algún tipo de resarcimiento. Confirmaron además que existían rumores que Cajal Gauffín mantuvo vínculos íntimos con algunas empleadas», agregó el informe del Ministerio Público sobre la audiencia.
Por otra parte, entre los testimonios de la jornada declararon otros dos obreros de la construcción que tuvieron a Vargas como ayudante. A este imputado lo calificaron de «vago e incumplido». Finalmente, brindó testimonio una médica psiquiatra del Poder Judicial, quien expuso un informe sobre la pericia realizada a los dos imputados.
