SALTA (Redacción) – Un hombre de 40 años terminó condenado por agredir y amenazar a su expareja en otro caso de violencia de género en Salta. El juicio abreviado lo presidió la jueza Gabriela Romero Nayar, quien le dictó a un año y diez meses de prisión condicional. Además, le impuso al condenado «reglas de conducta» que deberá cumplir para evitar ir a la cárcel. Cabe remarcar que el sujeto tenía cuatro hijos con la víctima.
Desde el Poder Judicial detallaron que el imputado se encontraba separado de la denunciante desde hacía dos años. También precisaron que ya había sido notificado acerca de la prohibición de acercamiento a su exconcubina. Esta restricción se debía a que ya había cometido «actos de violencia física o psíquica» en contra de la mujer. «Por otros hechos de violencia que había protagonizado con anterioridad», describieron las autoridades.
Violentos ataques contra la mujer
Sin embargo, en marzo de 2019 el imputado rompió las medidas judiciales. «Ingresó al domicilio de la damnificada, insultándola y advirtiéndole que le iba a quitar a los cuatro hijos que tienen en común. Ella le dijo que se fuera y él reaccionó amenazándola con degollarla con un cuchillo», precisó el informe oficial. Allí, la mujer insistió para que se retirara de la casa y entonces él «la golpeó y la sometió a tocamientos», agregaron.
«En causa acumulada, el imputado fue denunciado por otro hecho ocurrido también en el domicilio de la damnificada, adonde una vez más ingresó sin su autorización. La denunciante refirió que al llegar encontró a su expareja adentro. Él le dijo que ya le había revisado el celular y que sabía que ‘tenía otro macho'», indicaron desde el Poder Judicial.
Los delitos comprobados y «reglas de conducta»
En este episodio el sujeto volvió a agredir violentamente. Sin embargo, los gritos de la mujer advirtieron al personal policial que ingresó a la vivienda y demoró al acusado. Por otra parte, durante el juicio, el sujeto resultó: «Autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual simple, amenazas (dos hechos), desobediencia judicial (dos hechos), lesiones leves agravadas por la relación de pareja y el género, todo en concurso real».
Cabe señalar que la jueza le impuso al condenado reglas de conducta que deberá cumplir para mantener la prisión en suspenso. Entre ellas, no acercarse a la víctima, a su domicilio y a los lugares que ella frecuente. Así también dictó la prohibición de mantener cualquier tipo de contacto con ella y de ejercer actos de violencia física o psíquica en su contra.
Del mismo modo lo obligó al agresor a someterse a tratamiento psicológico previo dictamen médico que acredite su necesidad; someterse al control del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados, entre otras obligaciones que deberá cumplir estrictamente durante dos años.
