SALTA (Redacción) – Este miércoles se realizó la cuarta jornada de la audiencia de debate en contra el cura Agustín Rosa Torino, acusado por varios casos de abuso. Durante la jornada declararon cuatro personas, entre ellas, tres de las víctimas . Todos ratificaron los episodios y las situaciónes en las cuales sometía el sacerdote a miembros de la congregación “Hermanos Discípulos de Jesús San Juan Bautista”.
El primer testigo en declarar fue miembro de la congregación a cargo del acusado desde 2006 hasta 2015, quien convivió con las tres víctimas denunciantes de Rosa Torino. «Sostuvo que tomó conocimiento de los abusos a través de un hermano de la comunidad religiosa», detallaron desde la Fiscalía. Luego, afirmó que sufrió tres episodios de abuso de personas de la congregación y que se los informó a sus superiores, quienes no le creyeron. También habló sobre esto con el acusado, quien solo le respondió con un gesto con la cabeza.
Madre de una de las víctimas: «No quiso defraudar a la familia»
Por otra parte, la segunda testigo es madre de uno de los exnovicios víctima, quien ingresó a la comunidad religiosa tras ser invitada a una misa de sanación en 2004. Durante el juicio afirmó que su hijo fue enviado a Puerto Santa Cruz, donde fue «humillado y maltratado junto a otros jóvenes». También aseguró que su hijo «no quiso defraudar a la familia» y que por eso se mantuvo en silencio, hasta volver a Salta. En ese momento le contó al imputado Rosa Torino sobre lo ocurrido en el sur con el sacerdote responsable.
Luego, según el informe del Ministerio Público Fiscal, la mujer describió que el acusado transmitía la imagen de ser un santo. Y que cuando su hijo habló con él, le dijo que perdonara al sacerdote del sur. «Relató que tras hablar con el acusado, fue enviado a Finca de la Cruz, donde permaneció aislado y pasó hambre», completaron desde el organismo.
Declaración de una exmonja y exnoviocio
Por otra parte, la tercera testigo en declarar fue la exmonja víctima, llegada hoy a Salta, quien ingresó a la congregación en 1997. A partir del 2000, estuvo en el círculo privado del sacerdote. En tanto, declaró que era víctima de tocamientos desde ese año por parte del acusado. Y señaló jugaba un papel de mediadora entre el sacerdote y otros miembros de la comunidad. Esto se debíá al «fuerte carácter» del acusado, quien solía humillar a las personas.
Finalmente, el cuarto y último testigo de la jornada, era el otro exnovicio víctima, también llegado hoy a Salta, quien pidió declarar sin las presencia del cura. Durante su testimonio precisó que ingresó a la comunidad en 2009, a los 14 años. También afirmó que fue abusado por el sacerdote de Puerto Santa Cruz, en el sur del país. Y que fue víctima de abuso en 2013 en Salta por el acusado, tras acercarse a contarle sobre los hechos del sur.
Cabe recordar que el sacerdote está acusado de abuso sexual gravemente ultrajante agravado en perjuicio de dos víctimas y abuso sexual simple agravado, en perjuicio de una tercera. La fiscala penal Verónica Simesen de Bielke, representa al Ministerio Público Fiscal y la Sala IV del Tribunal de Juicio es la que juzga el accionar del cura.