SALTA (Redacción) – Un recluso que organizaba y dirigía envíos de droga desde su celda en la Unidad Carcelaria N°3 de Orán temrinó condenado a otros ocho años de prisión. Se trata de Sebastián Policarpio Flores, quién según detallaron las autoridades, se valió de mujeres en «extremo estado de vulnerabilidad económica y de salud» para utilizarlas como “mulas”. Además, se investigan a integrantes del personal penitenciario.
«Luego de un año de investigación que permitió reunir suficientes elementos de prueba, la fiscalía avanzó el 16 de octubre de 2020 con procedimientos. Tanto en Salta como en Orán, con los cuales se desbarató la organización dirigida por Flores desde la cárcel», relataron desde Ministerio Público Fiscal. Precisamente, el recluso recibió una nueva pena por el delito de «transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes».
Luego detallaron que «se logró detener a cinco personas y el secuestro de más de 7 kilos de cocaína». Del mismo modo, los investigadores lograron establecer que el interno «con ayuda de su pareja Marisol Diego como ‘brazo ejecutor’, se valió de mujeres en extremo estado de vulnerabilidad económica y de salud para utilizarlas como ‘mulas'». «Enviándolas en remis a la capital de Salta con paquetes de cocaína adosados a su cuerpo», explicaron.
Recaudación millonaria y lujos en la casa
Además, las autoridades precisaron: «Flores ganó, en julio de 2020, por ejemplo, 3.500.000 pesos como consecuencia de 15 viajes que llevó adelante la organización». Y de esta manera, remarcaron: «Así reformó su vivienda del barrio 9 de julio, en donde edificó dos plantas. Más de ocho habitaciones con piso renovados y hasta adquirió un hidromasaje que proyectaba instalar, entre otros lujos».
Por otra parte, también remarcaron que «se inició actuaciones para determinar posibles responsabilidades del personal penitenciario». Según apuntó el fiscal del caso, la libertad con la que actuó Flores «se debió a la funcionalidad de los guardias». «A cambio tenían ‘piedra libre’ en un comercio ubicado frente al penal. De donde sacaban todo tipo de mercadería, incluso carne para el asado». “Todo lo pagaba Flores, quien enviaba semanalmente a Diego a cancelar la cuenta con el comerciante”, indicó el representante de la Fiscalía.
Cabe señalar que el recluso cumplía en el penal de Orán una condena de cuatro años y seis meses de prisión por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. Es una pena que habría cumplido el 3 de setiembre de 2021. Sin embargo, ahora recibió la condena del Tribunal Oral Federal N°1 de Salta por ocho años por la solicitud del fiscal general Eduardo José Villalba.