SALTA (Redacción) – El juicio contra el sacerdote Agustín Rosa Torino continúa. Este miércoles testificaron tres de las víctimas del religioso que es acusado de abuso sexual gravemente ultrajante por la duración, agravado por ser ministro de culto reconocido, en perjuicio de dos víctimas; y de abuso sexual simple agravado por ser el autor ministro de culto reconocido.
Una exmonja que integraba la comunidad comandada Agustín Rosa Torino reveló detalles de lo que se vivía en la Congregación “Hermanos Discípulos de Dios San Juan Bautista. «Yo estaba lavando los platos y él pasaba por detrás y me rozaba. Yo pensaba que era mi imaginación, luego comencé a sentir vergüenza y culpa», reveló ante la Sala IV del Tribunal de Juicio.
La víctima del sacerdote reveló que al enterarse de los abusos en esa comunidad religiosa se lo comentó a Rosa Torino. «Se enojó muchísimo, me pidió que dijera nombres. Cuando él me gritaba yo solía quedarme tranquila, pero esa vez exploté en llanto. Ahí me dijo que me calmara, él decía que era muy común que en los conventos haya juegos sexuales, que si sabía de algo que los mande a hablar con él», contó la exmonja.
El rol de los psicólogos
El relato de la exreligiosa continuó revelando que tras este cruce con el sacerdote fue enviada a México. Al regresar al país, se alejó de Agustín Rosa Torino y comenzó a ser apartada de las actividades. “Comienzo a tener ataques de llanto y me dolía tanto el cuerpo que no soportaba la tela del hábito. Me llevaron a tratarme con la doctora Eleonora Naranjo, que cuando le cuento lo que estaba pasando, no le dio importancia”, reveló.
“Ella me sugiere que comience a tomar pastillas», agregó la denunciante. «Naranjo tenía su cuñado, el doctor Fernando Núñez, que me recetó clonazepam y senitranina», concluyó la exmonja que develó detalles que podrían causar la imputación de otras personas por los abusos del sacerdote Agustín Rosa Torino.