SALTA (Redacción) – El actual presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), Carlos Rosenkratz, convocó a una reunión para mañana jueves para elegir a su sucesor, ya que su mandato finaliza el próximo jueves, 30 de septiembre. Según lo que se sabe, habría un acuerdo entre los cincos integrantes de la Corte Suprema sobre quien va a ser su reemplazo.
Todo indica a que el nuevo Presidente de la Corte Suprema de Justicia sería Horacio Rosatti, exministro de Néstor Kirchner, quien cuenta con el apoyo de Rosenkratz, que iría como vice de la máxima entidad de justica. El voto decisivo sería el de José Carlos Maqueda. Lo que se debe tener en cuenta es que entre Rosenkratz y Rozatti hay más diferencias que coincidencias, lo cual podría marcar el nuevo ciclo del Poder Judicial.
No obstante, no está muy claro el panorama porque nadie cuenta con los tres votos necesarios para ser electo. Rosatti es uno de los jueces que fue designado por Mauricio Macri durante su presidencia. Elene Highton no tiene interés en la presidencia de la CSJN. Ricardo Lorenzetti también viene moviendo sus fichas para volver a hacerse cargo de Corte Suprema, tampoco se descarta que Rosenkratz pueda ser reelecto, aunque dicen que se resignó a aceptar la presidencia de Rosatti.
Maqueda parece tener muchas cosas en común con Rosatti, el derecho constitucional sería una de ellas, haber sido convencionales constituyentes, su identidad política y ser los redactores de las últimas sentencias de alto impacto, como la de mantener la presencialidad en las aulas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, también la sentencia sobre la empresa Molinos Río de la Plata exigiéndole el pago de ganancia a filiales de otros países y la de la petrolera Esso/Axion Energy contra el Municipio de Quilmes; sería la otra. Lo cual implicaría alcanzar los votos necesarios.
Por último, cabe mencionar que Rosatti no recibe una buena recepción por parte del Gobierno de Alberto Fernández. La relación entre ambos se fue desgastando, desde discrepar por la causa AMIA a la negativa a firmar una licitación para construir cárceles federales por sospechas de irregularidades. En todos estos años, Rosatti fue construyendo su poder en silencio, habrá que ver si mañana esa estrategia le da los resultados esperados. Mientras tanto, se espera que la justicia vuelva a tener un poder en serio y construya una relación razonable con los otros poderes del Estado.
