SALTA (Redacción) – La última vez que un salteño había ganado la Clásica 1° de Mayo no existían los smartphones y un dólar valía un peso. Pasaron 27 años para esto vuelva a suceder. Es que Daniel Díaz se quedó con la tradicional competencia ciclística en su 90° edición y logró una victoria épica celebrada por el público.
Daniel Díaz no ocultó su felicidad por el histórico triunfo y aseguró que cumplió con uno de sus sueños como ciclista. «No creo que rompí el maleficio, fue suerte, siempre dije que para cualquier victoria se precisa suerte, en algún momento se tenía que dar y se dio, así que más que feliz”, comentó el competidor.
El ganador de la Clásica 1° de Mayo reconoció que fue una de sus grandes cuentas pendientes adjudicarse esta carrera con gran historia en el ciclismo nacional. “Llevo muchos años corriendo, esta victoria siempre estuvo pendiente, se puede decir que la pude saldar», señaló el flamante campeón de la carrera.
«Era una deuda pendiente que tenía. Como salteño la tenía entre cejas pese a que no es el circuito ideal para mí, por mis características. Tuve el apoyo de la familia Postigo”, remarcó el ciclista de la Selección de Salta que se mostró visiblemente emocionado al conseguir quedarse con la Clásica 1° de Mayo.
Por último, explicó sus sentimientos tras este icónico triunfo. “Pasar la bandera a cuadros fue indescriptible, las sensaciones que tuve al cruzar la meta, me pasó de todo por la cabeza. Salta se merece una alegría así, es lo que uno puede dar, es lo que se hacer. Se tenía que dar, lo intenté durante varias ediciones, fui cuarto la edición pasada, séptimo en dos ediciones y esta vez se me dio”, concluyó Daniel Díaz.
