SALTA (Redacción) – Desde que se conoció el pedido del fiscal Diego Luciani de 12 años de prisión e inhabilitación perpetua en contra de Cristina Kirchner, las calles de todas las ciudades del país se han ido expresando de diferentes maneras. En el barrio de Recoleta de Buenos Aires se acercaron miles de personas a manifestar su apoyo, lealtad y amor. La presidenta del Senado dio un discurso una vez caída la noche.
Entre las frases más destacadas podemos resaltar críticas a la oposición, agradecimiento a quienes la respaldan y volvió a hablar de persecución. La justicia es uno de los puntos más críticos sobre los cuales recae Cristina Kirchner una y otra vez. «Desde el día martes, cuando el Partido Judicial pidió 12 años de condena por cada año de los mejores 12 años que tuvo el pueblo argentino, desde ese día se produjeron a lo largo y lo ancho del país manifestaciones espontáneas de compatriotas», expresó la vicepresidenta.
«Sin embargo, en el único lugar donde hubo escenas de violencia fue aquí, en la ciudad de Buenos Aires y en la puerta de mi casa», lamentó. Para la vicepresidenta estos fueron «provocadas por lo que yo llamo el odio hacia la alegría y el amor peronistas«, reflexionó Cristina Kirchner. En este sentido, recordó que los militantes del peronismo «siempre hemos sido objeto de la violencia«.
En este sentido, se refirió sobre su situación personal. Denunció que sufre «permanente hostigamiento de gente que viene a insultar, agraviar y amenazarme de muerte». A lo que repudió el accionar policial. «Nunca vi a la Policía de la ciudad de Buenos Aires intervenir para evitar ese hostigamiento también a una ciudadana. Soy ciudadana también y pago mis impuestos igual que todos los que están acá. Tengo el mismo derecho que todos«, expresó Fernández de Kirchner.
La vicepresidenta describió las expresiones violentas que sufrió
Con un claro mensaje a la oposición, ironizó diciendo «después dicen que los violentos somos nosotros». A su par, la militancia cantaba «si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar». A su vez, Kirchner recordó que vieron «colgar bolsas mortuorias en las rejas de la Casa de Gobierno, con las caras de los principales dirigentes de nuestro espacio político. Pero los violentos somos nosotros». «Los hemos visto colgar horcas y colocar guillotinas en las plazas de la República. Pero los violentos somos nosotros», reiteró.
En este sentido, la vicepresidenta dejó una dura advertencia; «es increíble el grado de cinismo y perversión de no asumirse y hacerse cargo de lo que quieren: exterminar al peronismo, que fue siempre lo que quisieron». En esa dirección hizo una recopilación histórica, «lo han intentado todo. Desde las peores violencias, la desaparición de miles y miles de compatriotas, porque no aceptan que el pueblo puede expresarse y reclamar cosas diferentes a la que ellos quieren darles», reflexionó Cristina Kirchner.
El mensaje a la oposición
Por último, ya finalizando su discurso, se dirigió indirectamente a la oposición y les dejó un mensaje. «Tenemos que pedirle a la oposición, sobre todo ahora que se avecina una nueva campaña presidencial, que dejen de competir entre sí para ver quién odia más y quién le pega más a los peronistas. Olvídense de eso. Miren, se lo recomiendo como ciudadana, como compatriota: esas competencias para ver quién es más duro, quién castiga más las movilizaciones o las manifestaciones populares, nunca llegaron a buen puerto en Argentina y tienen muy mala historia. No repitan experiencias de las cuales después todos tenemos que lamentarnos«, solicitó. Finalmente, concluyó recordando que «ha habido demasiada sangre en la Argentina para que sigan amenazando con tiros, balas, gas lacrimógeno, gas pimienta a los que piensan diferente», cerró Fernández de Kirchner.
