SALTA (Redacción) – En la Navidad del año 2016 vecinos del barrio La Tablada de Salta fueron víctimas del abuso de autoridad de la Policía de Salta. Los uniformados dispararon con la escopeta Ithaca después de que las personas vieran como discutían con un conviviente de la zona. El Ministerio Público Fiscal comenzó a juzgar a seis efectivos de la fuerza de seguridad por represión arbitraria.
En la Sala IV del Tribunal de Juicio del distrito Centro se dio inicio a la audiencia del debate en contra de los seis efectivos. Santiago Orlando Bejarano, Alfredo Walter Abán, Antonio Andrónico Guerra, Gustavo Martín Mamaní, Raúl Marcelo Cabrera y Gustavo Benjamín Monzón, todos pertenecían a la Policía de Salta y ahora están acusados por vejación y abuso de autoridad en sus funciones.
El único damnificado y los diferentes testigos que estaban presentes en el lugar prestaron declaración y ratificaron lo ocurrido. También dieron su versión los profesionales médicos, en especial el que estuvo presente y atendió a la víctima de la represión. Se espera que el juicio contra los efectivos de la Policía termine el próximo 20 de septiembre, con sus respectivos alegatos y lectura de veredicto.
La declaración del Ministerio Público Fiscal
De acuerdo a la información que ofrecen desde el MInisterio Público, los efectivos policiales actuaron de manera errónea. «Vecinos de la plazoleta del barrio La Tablada, en medio de los festejos y saludos por Navidad y encontrándose chicos del barrio jugando, observaron a un móvil policial estacionado y efectivos uniformados que discutían con un vecino, en actitud autoritaria», relatan.
Posteriormente, los testigos aseguran que la Policía empezaron a disparar con las escopetas ithacas a la puerta de uno de los vecinos. Inmediatamente, uno de los transeúntes empezó a reclamar y la reacción fue peor. «El oficial Guerra, quien portaba el arma según dichos del propio oficial y los vecinos, le apuntó en el pecho», comunica el Ministerio Público.
«Ante su desesperación, el damnificado tomó la punta del arma para que no le diera en el pecho y el impacto del disparo le dio en la entrepierna. Esto demuestra la cercanía de quien produce el impacto respecto del lugar del impacto. Como consecuencia de tales acciones desmedidas e injustificadas, que claramente ponían en riesgo tanto a mayores como a menores, los vecinos de la zona se manifestaron enojados y molestos con los ocupantes del móvil policial y les arrojaron piedras», continuaron.
Por último, el accionar de la Policía fue grave y se comprueba en la siguiente acción. «Los efectivos salieron del lugar rápidamente y a pocas cuadras venía un refuerzo policial. De este modo se ratifican los dichos de los denunciantes de que luego de haber causado las lesiones a la víctima, no prestaron el debido auxilio a los lesionados y se retiraron del lugar, abandonando incluso a un compañero de la misma fuerza que quedó en otra zona».
