SALTA (Redacción) – La zona limítrofe con Bolivia se ha vuelto un colador en los últimos años. Falta de control, escasa presencia policial o de Gendarmería posibilita que acciones criminales se realicen sin mayor inconvenientes. Por eso es que desde la localidad de Aguas Blancas reclaman por una mayor presencia de las fuerzas federal de seguridad en la zona limítrofe de Orán.
Los principales delitos van desde narcotráfico, sicariato, trata, contrabando, asaltos, robos, hurtos. Carlos Martínez asumió el 10 de diciembre como nuevo intendente de Aguas Blancas y entre los tantos problemas que tiene la localidad, el de la inseguridad es quizás la más importante. Desde que se hizo cargo del municipio que reclama por mayor presencia de una delegación de la Policía Federal ya que una franja del Río Bermejo se convirtió en tierra de nadie.
«Necesitamos que Nación fortalezca de manera urgente la presencia de Gendarmería porque la frontera con Aguas Blancas con Bermejo es hoy incontrolable por falta de recursos humanos y técnicos«, señaló el intendente Martínez. «Aquí tenemos toda clase de delitos y hay sectores donde no pueden intervenir ni Gendarmería ni la Policía de la Provincia. Además, no tenemos una Comisaría, sino una subdelegación policial que depende de San Ramón de la Nueva Orán y que nos cubre con cinco o seis efectivos», detalló.
A esto aclaró que «si en la ciudad de Orán tienen problemas para controlar la delincuencia, imagínese como estamos en Aguas Blancas, donde la inseguridad es un serio problema para los 5.600 habitantes que tiene la localidad, las personas que adquieren mercaderías en Bermejo y los trabajadores de la frontera, que son víctimas frecuentes de robos, hurtos o asaltos con armas», explicó el intendente.
Un municipio pobre y con problemas a resolver
Uno de los grandes inconvenientes que tiene el municipio de Aguas Blancas es que tampoco cuenta con el servicio de salud pública. Es decir, no tienen ambulancia ni hospitales públicos para poder asistir a los pacientes de los parajes rurales. Si bien se ha logrado encontrar «la mejor predisposición de parte del gobernador Gustavo Sáenz», manifestó que esperar encontrar la misma vocación con Patricia Bullrich con quien se encontrará dentro de poco.
También reconoció que «somos un Municipio pobre y con muchos problemas por resolver«. Por eso es que se trabaja de manera coordinada con el Concejo Deliberante para ordenar las cuentas y la administración pública. Martínez contó que presentaron un proyecto para instrumentar en la zona fronteriza un sistema de control similar al que existe en Salvador Mazza con el cual se cobrará una contribución de actividades comerciales, industriales o de servicios a los camiones que circulan por la localidad y de una Tasa de Reconstrucción de Pavimento por el transporte de cargas.
