SALTA (Redacción) – De la efervescencia del triunfo y la creencia de que la victoria en un ballotage te da potestad absoluta a limpiar un ministro de alto rango a un mes y medio de haber asumido el poder. Tal vez se trate de la semana más dura y complicada para Javier Milei desde que se sentó en el Sillón de Rivadavia. Filtración de información, amenazas a gobernadores y funcionario de alto rango despedido.
Toda la polémica comenzó cuando se filtró el dato de que el jefe de Estado hiciera una durísima amenaza que generó gran malestar. «Los voy a dejar sin plata«, habría dicho Milei con gran enojo porque se estaría complicando conseguir los votos para aprobar la Ley Ómnibus. Esto ocurrió en una reunión de Gabinete en Casa Rosada, la información llegó a la prensa y el repudio al presidente escaló.
Fue Guillermo Ferraro, quien ocupaba el Ministerio de Infraestructura, el que dejó trascender dicha frase. Inmediatamente se convirtió en el tema de agenda periodística y la molestia de los gobernadores se hizo inminente. Modo KGB (servicio de inteligencia soviético) Milei pidió que se investigue quien fue el responsable y Nicolás Posse, jefe de Gabinete, le pidió la renuncia.
¿Quién es Guillermo Franco?
Con el triunfo en las PASO, Ferraro fue uno de los primeros que se acercó para potenciar la imagen del libertario. Es cierto, su imagen no era muy conocida pero así y todo se trató de uno de los nombres que Milei confirmó como futuro ministro al obtener la victoria electoral. El Ministerio de Infraestructura cumplía un gran rol, en especial, en un contexto de ajuste estructural y de recortes de obras públicas.
No sólo cubría esa cartera sino que contaba con diversas funciones en sus espaldas. Tenía a su cargo las secretarías de Transporte, donde ingresó Franco Mogetta; la de Obras Públicas, a cargo Luis Giovine; la de Vivienda y Hábitat, en la que está Héctor Lostri, y la de Comunicaciones y Conectividad, en poder de Ignacio Cingolani. Todos rubros trascendentales, en especial los primeros dos mencionados.
