SALTA (Redacción) – Formalmente comenzó la primera semana de Marcelo Córdova como interventor de Morillo. Desde entonces ha hablado con diferentes medios para ser consultado sobre el rol que le toca jugar en esta nueva etapa. Un punto clave a destacar es la limitación de los mandatos establecidos con la reforma constitucional y es clave para normalizar las gestiones.
«La reforma fue una decisión muy acertada del gobernador», reconoció. En especial porque «los mandatos eternos a menudo llevan a que los gobernantes confundan lo público con lo privado, generando malestar y desconfianza en la política«. Por lo tanto, Córdova planteó que «con el paso del tiempo y los cambios de gestión, se logrará una administración mucho más transparente y nítida, evitando este tipo de situaciones que terminan manchando la política».
También habló sobre su intervención en Morillo tras lo que fue la destitución de Atta Gerala del municipio. Si bien reconoció que el problema de la detención del jefe comunal es por corrupción, la administración municipal está muy ordenada. «La intervención responde exclusivamente a la situación judicial del intendente», remarcó Córdova. En definitiva, «nuestro objetivo es continuar con la gestión en forma ordenada y darle la impronta del Gobierno de la Provincia».
El apoyo del gobernador
No menos importante es el reconocimiento que le dio el gobernador a Córdova para asumir este inmenso desafío. «Este es un nuevo voto de confianza del gobernador, quien me pidió cercanía con la gente, estar en la calle y no en un escritorio. Esa empatía con las necesidades de las personas es fundamental para nuestra gestión», enfatizó el interventor de Morillo.
Para concluir, informó que «el objetivo es mantener el orden y estar al lado de la gente, como lo ha pedido el gobernador, para responder a sus demandas y mejorar su calidad de vida». A modo de cierre, anticipó que la elección para elegir al nuevo intendente de Morillo será en agosto o en septiembre.