SALTA (Redacción) – Flavia Royón es una de las figuras que más conoce y comprende sobre el sector minero en general. En una entrevista televisiva volvió a advertir que el norte argentino tiene una oportunidad de oro por contar con estos recursos en su subsuelo. Pero además pidió más presencia del Estado para garantizar el desarrollo regional.
En su rol de secretaría de la Mesa del Litio es la encargada de llevar los mensajes sectoriales. «Este año, los anuncios de inversión se concentraron en el NOA con 4.300 millones de dólares de inversión», remarcó Royón. Por todo esto es que la salteña intuye que «el NOA va a empezar a despegar en materia minera«. De este modo, se podrá dinamizar la actividad económica y fomentar la creación de empleo.
Por supuesto que en todo este contexto fue de gran ayuda el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). «Los proyectos grandes que están en Salta manifiestan la voluntad de adelantar sus planes para poder aplicar [al RIGI] porque recordemos que tiene validez de dos años, prorrogable por uno más«, justificó Royón. Se espera que esto ayude a revertir la fuerte caída del precio del litio.
En definitiva, es elemental garantizar que las personas que trabajen en este sector sean salteños y argentinos. «Es importante como política pública hacer siempre hincapié de que el proyecto minero tiene que contratar mano de obra local, industria local, y cuando digo local es salteña y argentina antes que extranjera«, indicó la exfuncionaria nacional.
El rol del Estado
Por otro lado, Roýon remarcó que para garantizar y hacer posible el desarrollo se requiere de la presencia y que el Estado juegue un rol importante. «El Estado no puede correrse, sobre todo en un país tan vasto como el nuestro. Sin su participación, no se podrán financiar obras como rutas, líneas eléctricas o gasoductos», fundamentó.
Como ejemplo mencionó el caso del Gasoducto Néstor Kirchner ya que tuvo un impacto positivo en lo que respecta a infraestructura. «El gasoducto que hoy todo el mundo festeja lo hizo el Estado. Este año, permitió que la balanza energética pase de un déficit de 4.000 millones de dólares en 2022 a un superávit de 5.000 millones en 2024». De este modo, Royón demuestra que el sector público puede acompañar y apoyar en vez de ser un obstáculo.