SALTA (Redacción) – El momento posterior a las medidas restrictivas para combatir el coronavirus permitió que Salta logre éxitos increíbles en una de sus actividades principales: el turismo. Sin embargo, desde que asumió Javier Milei y devaluó, el tipo de cambio es favorable para vacacionar fuera del país y no dentro. Esto nos permite comprender los pésimos resultados obtenidos a lo largo de este año.
Hay que recordar que en enero del 2023, mientras Sergio Massa quemaba las pocas reservas que quedaban en el Banco Central, la provincia desbordaba de turistas. Es decir, mientras había desequilibrio macro, el turismo en Salta seguía siendo uno de los grandes booms. La llegada de Javier Milei y el intento desesperado de Gustavo Sáenz de caerle bien, nos llevó a la ruina.
Vale aclarar que la responsabilidad no es enteramente del presidente sino también de la promoción del turismo. No en vano se desplazó a Mario Peña del Ministerio y su reemplazo fue Manuela Arancibia. Aunque siendo honestos: los resultados están a la vista. Escasa actividad turística, hoteles semivacios y el turismo en general es un verdadero desastre.
La Ciudad de Salta actualmente es un desierto desolado, pero las ciudades turísticas de la provincia la están pasando peor aún. Por ejemplo, ni la Serenata a Cafayate sirve de auxilio para la principal playa veraniega de la provincia. De acuerdo con los comerciantes y hoteleros de la ciudad, hace años que no vivían una situación como esta, los bares están vacíos, prácticamente ningún hotel tuvo un día de plena ocupación en enero.
Aunque podemos que es cierto, algo mejoró gracias al tradicional festival de la provincia. La Serenata les está regalando a nuestra joya vallista su primer fin de semana de hoteles y albergues completos, en todo el verano. Los cámping fueron la vedette de este año en la ciudad. Fueron los únicos que sí recibieron visitantes, pero hasta ahora nunca habían estado completos.
Responsabilidades compartidas
En el sector hay un solo consenso: esta temporada del turismo es un verdadero fracaso. La gran pregunta es sobre quien recae las responsabilidades debidas. Hay que ser sinceros, la responsabilidad no es totalmente del gobernador Sáenz. Sin embargo, la campaña de difusión no fue favorable ni la mejor de todas.
Ahora bien, habría que dejarle un consejito al mandatario provincial: que revea sus amistades y si es conveniente aliarse a Javier Milei. El Gobierno Nacional, que tanto idolatra nuestro mandatario mantiene un cambio bajo y una permanente inflación en dólar, que no solo no nos permite competir turísticamente con los países vecinos, ni siquiera nos permite competir con Europa.
