SALTA (Redacción) – Luego de tres meses de investigación, la fiscal penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ana Inés Salinas Odorisio, remitió a juicio la causa seguida contra los sargentos Alberto Gabriel Figueroa, Gonzalo Robustiano Delgado y Rubén Esquivel y el cabo José Oscar Santos por los delitos de homicidio culposo e incumplimiento de los deberes de funcionario público en concurso real.
En el requerimiento de juicio oral y público, dirigido al juez de Garantías 3, la fiscal citó como fundamento de su planteo el informe de autopsia de la víctima, Martín Rodrigo Carreras, un joven de 23 años, que murió como consecuencia del procedimiento de detención llevado adelante por los policías acusados, cuando respondieron a un pedido de ayuda al 911.
Para la fiscal, la imputación de los efectivos surge “como consecuencia del inadecuado uso de la fuerza, faltando a los principios de congruencia y proporcionalidad, la conducta imprudente y antirreglamentaria del personal actuante, que contravino expresas disposiciones legales y protocolares en orden a la prohibición de trasladar a cualquier persona en la caja de una camioneta”.
Asimismo, señaló, entre otras irregularidades, “la expresa disposición de evitar toda coincidencia física de un agresor con la víctima de violencia de género”. La muerte de Carreras se registró el viernes 21 de junio pasado en una vivienda de barrio Rosedal. La víctima se presentó en dicho domicilio, residencia de su ex pareja, lo que generó alarma.
La mujer, quien estaba junto a sus hijas menores, realizó un llamado al Sistema de Emergencias 911, por lo que los pocos minutos se constituyó un móvil policial en la vivienda. Carreras, ante la presencia de los policías, ofreció resistencia a la detención, por lo que los efectivos solicitaron apoyo de otro patrullero a fin de poder concretar el arresto.
Tras reducirlo, los policías trasladaron a Carreras en la caja de una de las camionetas que acudieron al llamado del 911. En la cabina, de ese mismo rodado, en tanto, viajaba la mujer y dos de sus hijas, hecho que no está permitido por el reglamento policial. Al llegar a la subcomisaría de Asunción, los policías recién notaron que la víctima no presentaba signos vitales.
Al respecto, desde el cuerpo forense del Cuerpo de Investigaciones Fiscales se estableció que Carreras falleció por “delirio agitado y asfixia restrictiva por compresión torácica, la que se produjo por maniobra de sujeción con las manos en la espalda”. En vista de ello, y dada las pruebas reunidas a lo largo de la investigación, la fiscal solicitó que la causa sea elevada a juicio.