SALTA (Redacción) – El presidente electo, Alberto Fernández, y la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, encabezaron la cena de bienvenida de la segunda reunión del Grupo de Puebla que se realizará en Buenos Aires. Las reuniones se mantendrán hasta el próximo domingo en el Hotel Emperador. Las cumbres entre dirigentes e intelectuales se realizarán bajo el lema: «El cambio es el progresismo».
¿Qué es el Grupo de Puebla?
«No estamos hablando de generar una referencia ideológica que se enfrente a nadie, simplemente es un conjunto de dirigentes de toda América Latina, respetuosos de las institucionalidades y de la democracia», puntualizó en una entrevista Fernández. «El Grupo de Puebla es un grupo que yo mismo impulsé mucho antes de ser candidato, y que empezamos a trabajar con Marco Enríquez-Ominami desde Chile«, explicó el líder del Frente de Todos.
Por lo tanto, los principales temas que tratarán son en torno a las situaciones de los países en la región. Sin embargo, la liberación de Lula da Silva incidirá en las conversaciones de los dirigentes internacionales. Además de la situación del líder brasileño, también disertarán sobre lo que sucede en Chile con un estallido social que lleva más de tres semanas. De igual manera lo harán con el contexto de Ecuador, Venezuela, Haití, y Estados Unidos.
El rol de Lula en Latinoamérica
En tanto, el mismo Fernández como Rousseff se refirieron a la liberación de Lula. «Conmueve la fortaleza de Lula da Silva para afrontar esta persecución», indicó en su cuenta de Twitter el líder peronista. «Muy agradecido a las palabras del compañero. Quiero que sepas que puedes contar conmigo para tomar Argentina para resolver los problemas de la gente pobre (…)», le respondió por la misma red social el ex presidente brasileño.
«El papel de Lula en la política va a ser muy importante», expresó por su parte la ex mandataria brasileña. «Pero al mismo tiempo muy consciente de su importancia y la esperanza que significa para Brasil«, agregó en declaraciones a la prensa la dirigente destituida por juicio político en 2016. «La libertad de Lula significa la reafirmación de la democracia en Brasil», consignó Rousseff y concluyó: «Creo que siempre va a estar disponible para lo que el pueblo quiera de él».
