SALTA (Redacción) – Los vecinos del barrio Castañares están en alerta por un grave problema en la zona. Precisamente, los habitantes de la Manzana 25 Lote 648 reclaman a las autoridades que se encarguen de cerrar un profundo pozo que se encuentra en una de la veredas del sector. Además, recalcaron que la permanencia de la falta de conclusión de esta obra representa un «peligro» para las decenas de niños que residen allí y suelen jugar en la vía pública.
Al respecto, un vecino de esta calle, Roberto Muñíz, habló en detalle acerca de la continuidad de esta problemática. En primer lugar, mencionó que los arreglos le corresponden a Aguas del Norte. Al respecto, contó que ha concurrido y ha llamado por teléfono a la empresa en varias ocasiones. Ante ello, relató cómo fue el inicio de este problema: «Un sábado cuatro muchachos habían empezado a cavar, y el domingo también había venido». «Habían soplado el caño de plomo, y hacía burbuja y no tenía agua», agregó.
En diálogo exclusivo con SALTA4400, Muñiz expuso que frente a esta situación los operarios «preguntaron si todos los vecinos tenían agua, y les dijeron que sí». «El único que no tenía era yo. Entonces vinieron, se pusieron a cavar y empezaron a barretear para allá», sostuvo. En tanto, el hombre indicó que posteriormente estas labores se prolongaron durante otros cuatro días, sin que pudieran determinar el origen del desperfecto en su vivienda. «Yo les decía es ahí y me decían que no», añadió.
El pozo
A su vez, el vecino señaló que ante la persistencia de la incógnita, los trabajadores «trajeron una máquina y se pusieron a agujerear» en el suelo. Finalmente, confirmó que el problema inicial logró ser solucionado. Sin embargo, lamentó que este fue el comienzo de los actuales problemas que denuncian los vecinos. «Se dejó el agujero, y con la barreta han golpeado el caño de las cloacas. Por ahí pierde, y más allá también», describió. En este marco, admitió: «Ya estoy cansado«.
«He ido al ente regulador. Me han dicho que no me haga problema, que llame nuevamente si no vienen de Aguas del Norte. Ahora me veo obligado a llamar», contestó resignado. Además, recalcó que este hecho también implica una complicación para el resto de los habitantes de la cuadra. «La señora de enfrente no puede meter el auto porque está todo roto, y con las lluvias quedó todo abierto», aseveró. En tanto, también expresó su preocupación por este panorama implica un riesgo para los niños de la calle. Sin embargo, ratificó que esta ya hace «casi un mes» que atraviesan estas penurias.