SALTA (Redacción) – Tras meses de sufrimiento en Australia por las inclemencias causadas por los incendios forestales, los habitantes soñaban con lluvias que ayuden a aplacar el avance del fuego. Sin embargo, la emergencia climática en algunos estados fue letal: las lluvias torrenciales generaron grandes inundaciones. De igual manera, las llamas siguen manteniendo a medio país en alerta.
El fuego continúa pero ahora hay lluvias torrenciales
El estado de Victoria es la zona más afectada por el agua y rige una alerta meteorológica por temporales e inundaciones para las próximas 72 horas. Y al mismo tiempo, todavía existen 14 focos de incendio que no fueron controlados. En todo el país, el fuego ya causó 29 personas y millones de animales muertas. Además, son más de 2500 hogares destruidos y una región quemada comparable a un tercio de Alemania.
Por su parte, en Nueva Gales del Sur continúan casi 70 focos de incendio aunque también se esperan lluvias en las próximas horas, según indicó El Intransigente. En tanto, en Queensland comunicaron a toda la población que deben moverse con mucha precaución en las playas de la Gold Coast, ya que allí es donde se prevén “grandes movimientos de agua y escombros”.
El problema de los incendios y el calentamiento global
Como bien viene informando Salta4400, las consecuencias del fuego dejaron al país de Oceanía como un infierno, ya que desde un avión en el aire ya se puede ver cómo todo lo que rodea a la isla es humo, noche, fuego y destrucción. Para tomar dimensión del tema, desde mediados de julio hasta la fecha, los incendios forestales destruyeron casi 6 millones de hectáreas en la región sureste del país.
Este no es un suceso comparable con ningún otro, pero en el 2018 el fuego también arrasó con todo lo que encontró a su alrededor, consumiendo 800 mil hectáreas en California, Estados Unidos. Lo mismo sucedió con el Amazonas que este año perdió cerca de 900 mil hectáreas. Sin dudas, parecen datos ínfimos en comparación con las millones de hectáreas australianas, con llamas de 70 metros de altura.
Por último, cabe señalar que si bien la temporada de incendios es algo habitual en Australia, cada año se agrava aún más por el calentamiento global. En el 2019 comenzó mucho antes y no tiene precedentes en los estados de Nueva Gales del Sur, Australia Occidental, Victoria y Australia Meridiona. Según los últimos datos del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus “el avance y la ferocidad del fuego fue implacable”.