SALTA (Redacción) – Ante el elevado uso de la tecnología y el Internet, entre ellos videojuegos, celulares y computadoras, en niños y adolescentes, Salta4400 consultó a Sebastián Kedikian, médico psiquiatra. Desde los 8 años, es recomendable controlar y hacer un seguimiento en lo que consumen los menores. De acuerdo a lo que explica, el contenido que circula por Internet no es bueno para los niños por lo que el exceso termina provocando cambios de actitudes y las autolesiones. ¡Leé la nota completa!
¿Puede tener relación lo que se consume con los comportamientos?
Si, seguro. Los chicos a esas edades van viendo contenidos, que por ahí si tienen contenido que es muy deprimente o que les genera movimiento emocional, va a influir sobre eso, conducta, sobre el modo de ver el mundo también. Es muy importante ver lo que ellos consumen en internet, en la televisión.
Hoy en día en la televisión no se ve tanto, pero si la tecnología hay mucho contenido que no es bueno para los jóvenes.
¿Por qué les afecta tanto? ¿Están en un momento en el que están definiendo su carácter y esto los perfila de alguna manera o no a todos, algunos si por algo en particular?
Y si, ellos en esa etapa es donde se van definiendo muchas de sus características y rasgos de su personalidad y no están muy seguros, no cuentan con una seguridad y van incorporando lo que va predominando en lo que ven, consumen, comparten con otros jóvenes. Hay una visión que imita a una visión bastante triste de la realidad, del mundo, propia de la posmodernidad, que en sí, ha hecho que se mire más el aquí, el ahora y se tenga como interpretación del mundo más en el instante, en el momento y no más a largo plazo.
¿Ha tratado estos casos? ¿Cómo se los maneja? ¿Cuáles son las afecciones que esto puede generar en los chicos?
Me ha tocado tratar algunos jóvenes, que daba la causalidad que tenía un consumo de este tipo de contenidos tecnológicos. En si lo que es bueno es siempre tener una buena comunicación con los niños y jóvenes para que encuentren un marco de confianza y puedan hablar acerca de lo que ellos sienten, de sus dudas. Que haya un espacio donde ellos puedan tener la posibilidad de expresar sus emociones y que no tengan una respuesta que sea demasiado rigurosa con lo que les pasa. Poder escucharlos y entenderlos, para hablar.
Que se refuercen también los vínculos que hoy se han perdido, el vínculo humano, hay mucho más vinculo hoy con la tecnológica, la virtualidad y una relación, y eso no contribuye que uno tenga un encuentre, expresar lo que siente.
Todo este consumo de cosas ¿Qué puede generar en los chicos, que afecciones pueden tener?
En si conductas de pronto autolesivas, el daño a sí mismos, a los demás, la agresividad, la depresión, intentos de suicidios. Es muy complejo, complicado. Problemáticas que ponen en riesgo la vida de la persona y que expresan un gran sufrimiento.
Maximizan cualquier situación que les puede llegar a pasar y terminan canalizando en hacerse daño…
Exactamente, no hay un espacio para la palabra, para expresar la emoción que sienten y hay un pasaje al acto llevado a cabo con más facilidad; un poco para canalizar todo lo que siente y no puede ser compartido.
¿Qué tratamientos ha llevado adelante con alguno de estos casos que le toco?
Siempre el trabajo que se tiene que hacer es ir multidisciplinario, tratando de que puedan tener un espacio de terapia, donde puedan poner en palabras esa angustia que sienten los chicos, jóvenes.
También tratar de que siempre esté incluida la familia para que mejore también el vínculo, las relaciones, la comunicación, para que haya una posibilidad del que el joven se sienta contenido cuando tenga una angustia, que lo pueda decir con confianza; y sobre todo que se pueda ver como se trabaja sobre lo que le pasa, sin llegar a la situación de auto daño, lesión, sufrimiento.
¿Qué edades son más o menos las más vulnerables de este consumo de cosas pesimistas?
Hoy en día diría que a partir de los 8 años en adelante, ya hay que tratar de ver que es lo que el niño está consumiendo. Es una edad que ya tiene acceso a su primer celular, a las redes sociales, a la tecnología. A partir de esa edad es donde más hay que tratar de acompañarlos. No es una edad complicada, porque van creciendo, van teniendo acceso a algunas informaciones que antes no la tenían, están conociendo el mundo; es una edad que hay que tratar de ver.
En los jóvenes, el tema de las principales causas de muerte son los accidentes y los suicidios. Las edades más complicadas son la adolescencia temprana, y la adultez mayor para el suicido, por eso es tan importante el poder estar con ellos, saber un poco de sus necesidades, de lo que podemos brindarles nosotros, tratar de escucharlos y estar al tanto de todo lo que vayan precisando.
¿Todos estos pacientes que trata, terminan con medicaciones o solo hacen terapias?
No todos terminan con medicaciones porque muchas veces el que encuentra un espacio para la palabra, permite que puedan trabajar su angustia de otra manera que no la trabajaban con anterioridad.
Se utiliza medicación, se trata siempre que sea por un tempo, ir evaluando el retiro de las mismas. El uso es con finalidad de ayudarlo, que tenga un acompañamiento más bien que sea de otro tipo, y la medicación solo como una ayuda más.
No hay soluciones mágicas, tiene que ser algo integral donde partícipe la familia, haya ayuda profesional, que trabajen varios profesionales, que esté incluida la escuela. Es algo que no es ajeno a nadie. Uno expresa el malestar que hay en una cultura, grupo que no tiene oportunidades de expresarlo de otro modo.
¿Hay en Salta algún centro que se dedique exclusivamente en este tipo de situaciones?
En la Secretaría de Salud Mental hay un departamento que trabaja exclusivamente con todo lo que es suicidios, intento de suicidios. El hospital Materno Infantil también cuenta con un equipo que trabaja muy bien donde hay psicólogos, trabajadores sociales, psiquiatras infanto-juveniles, que hacen un abordaje general de esta problemática.
También hay profesionales que trabajan en hospitales públicos y que tienen una formación importante en esta problemática de adolescentes y jóvenes.
