SALTA (Redacción) – Los resultados de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), realizadas el pasado fin de semana, dejaron una fuerte sensación de abatimiento en casi todos los miembros del oficialismo. No obstante, por más amplia que fuera la diferencia negativa, no le pudo quitar el optimismo a la diputada, Elisa Carrió. La polémica integrante del espacio político Juntos por el Cambio, aseguró en la noche del domingo, que ganarán fácilmente en las generales; y además, lo reafirmó este lunes, cuando pidió medidas concretas para mejorar la economía.
Esta última acción tuvo lugar al finalizar la tarde de la presente jornada. Allí, la legisladora oficialista, Carrió puso de manifiesto un mensaje contundente desde su cuenta de la red social Twitter. “Es importante que el Gobierno suba el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y otorgue una moratoria para las pymes”, escribió al respecto. En este sentido, la polémica funcionaria oficialista dejó clara su posición de apostar por la recuperación económica del país como uno de los puntos a trabajar en los dos meses previos a las generales.
El llamativo posteo de la legisladora porteña provocó inmediatas repercusiones entre los seguidores de la cuenta, algunas con cierto malestar y una minoría con mensajes de apoyo hacia el espacio político. La mayoría de las personas le recriminaron no haber tomado las mismas medidas con anterioridad, en lugar de hacerlo tras los resultados adversos de las elecciones. De la misma forma, muchos de los fanáticos y militantes de Cambiemos, aseguraron que sus palabras le llevaban “tranquilidad” tras la contundente derrota.
Un hecho insólito en el búnker oficialista
Si bien la publicación mediante redes sociales de Carrió resultó llamativa, nada se asemeja al bochornoso episodio que le tocó protagonizar el cierre de la contienda electoral. La legisladora porteña asumió el rol de la voz optimista en un domingo negro para Juntos por el Cambio. Todo comenzó cuando en una primera instancia, los resultados anunciaban que poco habría para festejar tras los comicios parciales; y luego, la tendencia pesimista fue confirmada por el mismísimo Mauricio Macri. El propio sin números oficiales, reconoció la derrota y aseguró que la diferencia superaba los 10 puntos.
Posteriormente, ante un panorama desolador para el oficialismo, en lo que significó una jornada histórica para la democracia argentina, se produjo un hecho insólito en el búnker de Juntos por el Cambio. Resulta que tras el primer análisis del Presidente de la Nación y un mensaje de buenas noches, apareció con una sonrisa en el rostro Carrió en el escenario principal. Al principio todo parecía indicar que buscaba cambiar la energía negativa en el ambiente, pero todo se volvió confuso cuando pidió la compañía de la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y no recibió respuesta alguna de la mandataria provincial.
Declaraciones positivas de cara a octubre
Ante la soledad del escenario, Carrió lejos de inhibirse ante el público, comenzó sola la arenga ante los militantes de Juntos por el Cambio. Como respuesta, los fanáticos macristas la reconocieron con cánticos antes de que comience su discurso. Posteriormente, la legisladora porteña sostuvo: “La república democrática ganará por más del 50% en octubre. Sé por experiencia estadística que nunca el PJ, salvo en la época de Menem, pudo superar el 45 por ciento de los votos”.
Finalmente, la polémica funcionaria oficialista agregó: “No es mala la adversidad para Cambiemos porque nos quita la soberbia”. Como acto seguido, Carrió concluyó su discurso de la siguiente manera: “Nunca le prometimos un camino fácil, el camino a la libertad nunca es fácil y la mayoría se siente más cómodo con los autoritarios y los faraones. Eso le pasó al pueblo de Israel cuando en medio del camino quería volver a Egipto. No vamos a volver a Egipto, vamos a ir a la Argentina republicana”.