SALTA (Redacción) – La diputada nacional Elisa Carrió se expresó en contra el sector más radical del movimiento feminista por algunas polémicas manifestaciones durante el Encuentro Nacional de Mujeres llevado a cabo en La Plata. «No queremos un machismo inverso. La prepotancia de mujeres haciendo un ‘lolazo’ frente a la Catedral es algo grosteso», describió.
«Hay lugares sagrados que no se tocan»
Las declaraciones fueron a por la multitudinaria movilización realizada por un grupo de mujeres frente a un histórico templo religioso ubicado en la capital de la provincia de Buenos Aires. Allí protestaron con el torso desnudo y la referente de Juntos por el Cambio mostró su repudio: «La prepotancia haciendo un ‘lolazo’ frente a la Catedral es algo grotesco».
«No queremos que se toque la Catedral. Tienen que respetar el derecho de la relación de los hombres y mujeres con Dios. Hay lugares sagrados que no se tocan. Es una ofensa a algo de la inteligencia espiritual de la humanidad. Que yo no sea budista no me da derecho a defecar frente a un templo budista», declaró y comparó agregó la legisladora en diálogo con el canal televisivo TN.
«No queremos machos crueles vestidos de mujeres frente a una Iglesia»
En ese mismo sentido, Carrió indicó que «millones de mujeres en la Argentina” quieren «los derechos pero sin dejar de ser mujeres». «No queremos el machismo inverso, no queremos machos crueles vestidos de mujeres frente a una Iglesia», explicó. Cabe remarcar que en su cuenta de Twitter, la legisladora se catalogó como «una feminista que cree en la no violencia».
Por otra parte, compartió su «absoluta solidaridad con las policías mujeres de la Provincia» porque consideró que fueron víctimas de «discriminación» y de fuertes agravios. «Les gritaban cualquier cosa porque parece que si sos policía, ya no sos mujer; ‘si no pensás como yo, ya no sos mujer. ¿Pero qué se creen? ¿De dónde salieron?«, criticó.
Por último, Carrió concluyó: «Si algo puede encarnar el discurso de una mujer es la no violencia y la aceptación y el reconocimiento de todos, porque la violencia ha sido patrimonio del machismo. Esa prepotencia se ve en Alberto Fernández, que es la expresión de ese machismo chabacano, criollo y terrible».