SALTA (Redacción) – El cepo reforzado bajó considerablemente la presión sobre el tipo de cambio oficial, pero el indicador del riesgo país demuestra que todavía queda incertidumbre con respecto a la economía argentina. El dólar minorista tuvo una caída de 4 centavos, es decir de $63 pasó a $62.93 según las observaciones realizadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
En cuanto al mercado mayorista, el billete bajó 5 centavos, lo que se traduce en $59,67. La divisa norteamericana operó casi sin variaciones y con marcado equilibrio. Algunos economistas atribuyen estas cifras a la ausencia de demanda, quienes consideran que las fuertes restricciones cambiarias fueron determinantes. Y a su vez, aducen que las compras oficiales sostuvieron los precios.
Empresarios y economistas aseguran que la compras de los bancos oficiales sostuvieron la cotización del dólar en el segmento mayorista, logrando que la caída no fuera altamente significativa. Justamente en este mercado operan las grandes empresas privadas y bancarias, entre la que se encuentra el Central, los que incidirán en la compra de minoristas.
En lo que respecta al Banco Nación, el dólar tuvo una baja de 50 centavos, teniendo en cuenta que este organismo cuenta con las cotizaciones más bajas del mercado. Vale recordar que el cepo cambiario impactó en la cotización de la moneda norteamericana; su llegada disparó la brecha entre el mercado de cambios oficial, y las opciones que existen para conseguir dólares a través del mercado de capitales y de manera informal.
Del tope de US$ 10.000 mensuales de compras que el Banco Central había fijado el 1 de septiembre, la entidad decidió que solo sea de US$ 200 por mes. En caso que la compra se haga en efectivo, se podrá adquirir US$ 100, los cuales no son acumulativos. Por otra parte, la cotización del dólar MEP (se adquiere por operatoria con bonos), se encuentra en los $72.31.
Superando los $76.60 se ubica el dólar contado con liquidación, los cuales se usan para cambiar la moneda local por la extrajera y mandarlos al exterior. Es decir, la diferencia que permite que los ahorrista tengan beneficios teniendo en cuenta la brecha que se observa en ambos mercados cambiarios.