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ARGENTINA

Este fue el discurso completo de Sáenz en su asunción

Esta mañana se realizó la ceremonia del trapaso de mando

SALTA (Redacción) – Esta mañana en el Palacio Legislativo ubicado en Mitre 550, se llevó adelante la asunción de Gustavo Sáenz en la Gobernación de la Provincia. Luego de que el Gobernador saliente Juan Manuel Urtubey le entregara los atributos como establece el protocolo, el nuevo mandatario de los salteños prestó juramento y emitió su primer discurso en el cargo. Aquí SALTA4400 te lo deja completo:

Hoy, iniciamos un nuevo camino para Salta, una nueva etapa, en la cual trabajaré sin descanso para que logremos tener una Salta mejor. Una Salta donde todos tengan las mismas oportunidades, una Salta justa y solidaria.

Tanto  desde mis recorridos por distintos lugares de la provincia, desde mis programas de radio, como en mi contacto directo y diario con la gente, se ha conocido  mi visión y actividad política.

Uno no es lo que dice sino lo que hace. Han podido ver la cantidad de obras que nunca se hicieron en la ciudad. Me llena de orgullo que el 62% de los salteños aprobó nuestra gestión, aprobó nuestro trabajo y nos acompañó. Puedo afirmar, con humildad, que nos ganamos el respeto de la gente, trabajando, haciendo, gestionando pero por sobre todas las cosas, cumpliendo.

Ello me lleva a tener una responsabilidad aún mayor, responder a esa confianza, a esa esperanza, a esos sueños, de quienes creyeron en mí y en mi capacidad para llevar adelante  los destinos de nuestra querida provincia.

Pero hay una profunda doctrina política y filosófica que respalda ese accionar. Es la visión humanista, con el hombre como centro de la comunidad. Una visión de  defensa y promoción de la vida, de raigambre  profundamente democrática. Una visión abonada en la cultura del trabajo, del esfuerzo, de la educación, del  respeto al orden, de  la promoción de la libertad y  la igualdad. 

La constitución habla del juramento del gobernador. Elijo entender el juramento, no como una promesa, no vengo a prometerles nada, no lo hice en campaña, no lo voy a hacer ahora. Si lo entiendo como una declaración, una declaración poniendo como testigo a alguien. Y quiero que sea el pueblo de mi provincia, y ustedes como sus representantes quienes  sean testigos de mi juramento es seguir manteniendo un contacto permanente con la gente, con los  distintos sectores, con los deseos y anhelos de cada  ciudadano  de nuestra provincia. 

Cuando en el 2015 tomé la decisión de ser candidato a Intendente de la ciudad, mencioné que no había aceptado cargos anteriormente  porque quería estar en soledad pero acompañado de la gente, recorriendo todos y cada uno de los barrios, estando cerca de ellos y así lo hicimos.

 Ese ha sido mi norte, el lugar donde siempre me sentí bien, en el roce de vidas siempre he encontrado la solución a los problemas que han surgido en la gestión.  A partir del diálogo sincero, mirándose a los ojos, es cuando las posturas se enriquecen.  La política es eso, dialogar, mirarse, darse la mano, estrecharse en un abrazo.

Dicen que  el 7 de junio de 1821 cuando  Güemes  fue baleado y se internó en la oscuridad del campo de la Tablada para llegar a  la Cañada de la Horqueta, el  español mandó emisarios a ofrecerle dinero, atención médica y títulos, a cambio de que abandonara su lucha.  Nuestro prócer contestó: “sepa que Martín Güemes, rico y noble por nacimiento, todo lo ha sacrificado a la Patria, y no hay para mí títulos de nobleza más gloriosos que el amor de mis soldados y la estima de mis conciudadanos”. Ese es el norte que nos debe guiar, el amor  y respeto de nuestra gente, porque ahí está la vara con que se va a medir  si hubo o no una buena gestión.

Ese amor no es un amor sentimental, es comunión, identificación, confianza y entrega. Eso se gana con dedicación y contracción al trabajo, con la calidad al programa económico y social, con el respeto a las instituciones. Este gobernador sabe bien dónde quiere ir, y dónde no quiere ir.

Mi mayor esfuerzo, va a ser la lucha contra la pobreza. Es inconcebible que en una Provincia como Salta, haya gente que no come, que pasa hambre. La lucha contra la pobreza debe ser una prioridad de la sociedad toda. Del estado, a través de políticas sociales activas, pero también dando las condiciones para que se creen empleos desde el sector privado. 

Ese sector privado que es el gran generador de riqueza, de innovaciones, de avances tecnológicos y de inversiones. El estado va a apoyar, promover, regular para el desarrollo, crecimiento y progreso.
No me importa la concepción que tengan algunos del estado y del mercado, lo que me importa es que ambos ordenes jurídicos lleguen  a la gente, que se complementen, que sean instrumentos para la disminución de la pobreza y la creación equitativa de riqueza.

La salud y la educación, son cometidos existenciales del estado, son la razón de ser del mismo. Es indispensable un progreso de la economía, el desarrollo  y promoción de nuestras ventajas competitivas en el turismo, el sector agro-industrial, la minería y el sector de hidrocarburos, son los pilares de nuestro desarrollo, de nuestra identidad. A los que debemos sumar las economías basadas en los avances tecnológicos, la ciencia, la inteligencia artificial, la robótica.

Nuestros músicos y poetas, así como nuestra arquitectura, paisajes, reservas naturales,  museos, gastronomía  y hospitalidad, son reconocidos y valorados en todo el mundo. Existe una salteñidad, una forma de ver las cosas. Unimos tradición con futuro. Orgullo con progreso. El  futuro nos desafía.

El Papa Francisco nos decía “No entierren los talentos, no temas soñar cosas grandes”. Los invito a no crear muros, sino puentes, a vencer el mal con el bien, la ofensa con el perdón, a vivir en paz con todos. Los invito a todos a trabajar en ese sentido, a crear puentes y a vivir en paz, trabajar juntos por los salteños.

Siempre dije que lo importante no es de dónde venimos, sino hacia dónde vamos. Si me preguntan qué quiero, ¿por qué lucho?, les diré que por tener una Salta distinta, con las mismas oportunidades para todos, por hacer posibles los sueños y las esperanzas perdidas. 

Alguien dijo alguna vez que cuando el poder del amor supere el amor al poder, el mundo conocerá la paz, y así debe ser, y así tiene que ser. El poder es de la gente, que lo deposita en nosotros para hacer el bien, para cambiarles un poco la vida a ellos. Aquel que cree que el poder es de ellos, se equivoca.

Nuestro querido padre de la patria ya nos decía, “la soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobre infelices mortales que se sienten de golpe con una miserable cuota de poder”, por eso vamos a trabajar con humildad y grandeza, desde nos tocó estar y donde estamos.

Queridos salteños desde lo más profundo de mi corazón, quiero agradecerles la confianza de haber depositado en este salteño, uno más de ustedes, sus esperanzas y sus sueños. Llegué a este lugar solo, con la bendición de Dios y de mi pueblo; los invito a todos a trabajar juntos sin odios, sin  resentimientos, sin rencores, sin mezquindades, a dejar de lado esa lógica de amigo y enemigo, esa grieta que separa, que duele y lastima, que tanto daño le hizo a nuestro querido pueblo. Los invito a todos a construir con amor, humildad y grandeza la Salta que nos merecemos.

Hoy cuando salía de casa, levante mi mirada al cielo, como muchas veces lo hago, buscando a Dios y a mis ángeles cuando tengo que tomar una decisión, cuando tengo que agradecer también. Y le agradecí a Dios por sobre todas las cosas el darme esta oportunidad de poder demostrar que con humildad y  trabajo se pueden cambiar muchas cosas.

Y me preguntaba y le preguntaba a mis viejos ¿si se imaginaban este chico sentado hoy aquí en este lugar?, ellos que trabajaron tanto, que la pasaron todas, que nos enseñaron, que con sus caricias, límites, retos y su ternura y cuidado, hicieron de mí y de mis hermanos lo que hoy somos. Esa esencia, esa buena madera de entender que la vida no es fácil, para algunos si un poco más fácil, para otros no tanto.

Trabajé desde muy chico, y abracé esta vocación política con muchas fuerzas y muchas ganas. Dios, el destino, la providencia, hoy me dan esta responsabilidad; y le pedí a Dios y a mis viejos y a muchos ángeles que desde arriba me guían y me iluminan, que me indiquen el camino a seguir, para poderme ir de aquí, cuando ustedes lo decidan y la gente lo decidan, habiendo escrito aunque sea un pequeño párrafo en la historia de Salta que haya cambiado la historia de muchos salteños.

Desde la tierra de Güemes, desde la tierra del Señor y la Virgen del milagro, desde este norte profundo olvidado de la Patria muchas veces, le vamos a mostrar al país que aquí no hay grietas, que no es uno contra otros sino todos juntos como se sale adelante.

En pocos minutos prestará juramento el nuevo presidente de la nación, el Dr. Alberto Fernández. Este humilde servidor del norte de la patria se pone a disposición para trabajar juntos, para salir adelante. Le deseo el mayor de los éxitos porque del éxito de él depende la vida y el futuro de todos los argentinos. 

Que Dios bendiga esta tierra y su gente. A trabajar salteños, “Salta tiene Futuro». 

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