SALTA (Redacción) – El presidente de la Nación, Alberto Fernández, estuvo en Francia durante su gira europea y le preguntaron si evaluaba impulsar una ley para penalizar a quienes nieguen los delitos cometidos durante la última dictadura militar en nuestro país. Allí, reconoció que no había pensado en ese tema, pero le dijo a la ministra de Seguridad de la Nación, Marcela Losardo, que “lo siguiera”.
Fuerte debate y el ejemplo de Francia
Según lo informado en el programa radial Mañana Sylvestre, las declaraciones del primer mandatario argentino desataron una gran polémica en las redes sociales. Ya que por un lado, se encuentran quienes consideraron “excelente” la posible iniciativa. Sin embargo, también están quienes recriminaron al gobernante por considerar “irónica” su propuesta.
En este punto, cabe destacar que Francia ya cuenta con una legislación que castiga a las personas que no reconozcan los crímenes llevados a cabo durante el Holocausto. Además esta ley penaliza a quienes realicen un acto vinculado con la xenofobia. Por esta norma, el gobierno francés condenó a la dirigente de derecha Jean-Marie Le Pen, quien afirmó que las cámaras de gas usadas por el nazismo eran un “detalle” en el proceso histórico.
Algunos detalles de la propuesta francesa
La abogada francesa, Sophie Thonon, ratificó en diálogo con Télam la solicitud al mandatario argentino para impulsar una ley parecida a la que existe en la nación europea. Cabe señalar que la magistrada defendió a las víctimas francesas de la última dictadura militar. Además, representó al Estado en la extradición del exmiembro de las fuerzas policiales, Mario Sandoval, quien fue acusado de cometer una gran cantidad de crímenes de lesa humanidad.
Por último, Thonon explicó que la idea es utilizar la normativa de Francia como base y adaptarla para elaborar una ley argentina. Otro punto que le plantearon las organizaciones de derechos humanos francesas al presidente Alberto Fernández fue que quienes se encuentran en prisión por crímenes de lesa humanidad no pueden gozar de los mismos privilegios que un presidiario común.