SALTA (Redacción) – La crisis sigue a la orden del día al igual que el riesgo que impone la pandemia. Cada quien se las ingenia para salir adelante en el marco de un país que se muestra golpeado por una deuda histórica hoy potenciada a su máxima expresión. En este marco, se vuelve urgente extender las ayudas económicas del Estado en miras a mantener de pie a los trabajadores. Es precisamente el fin del Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).
Según se conoció en las últimas horas, el Gobierno incluyó al Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) de octubre, 15 nuevas actividades consideradas en situación “crítica” por la cuarentena. Parte de estas actividades están vinculadas con el turismo, hangares y el transporte. Por ende, las mismas podrán acceder al salario complementario que otorga el Estado mientras logran recuperar los niveles prepandemia.
Medidas complementarias
Además, habilitó la inscripción para el ATP de septiembre a través de la página web de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Según informó la AFIP, los empleadores que requieran la asistencia estatal para el pago de los salarios de septiembre deben registrarse con su clave fiscal en la AFIP entre los días 28 de septiembre y 2 de octubre, inclusive. Si bien aún no se confirmó, el pego se haría efectivo a mediados del mes próximo.
También propuso medidas de tratamiento sectorial para los establecimientos de salud y determinó las condiciones para el acceso y la liquidación de los beneficios. A partir de ahora, se contempla el otorgamiento del beneficio cuando la facturación respecto al período base se haya incrementado hasta un 40% por ciento. En este sentido, prevén además que los beneficios de este programa se extenderán hasta diciembre aun cuando el aislamiento social, preventivo y obligatorio haya concluido.
Cabe recordar que, en agosto más de 165.000 empresas accedieron a los beneficios que les permitieron hacer frente al pago de los salarios de más de 1,7 millones de trabajadores. De esta manera se evitó recortar sueldos o maximizar el número de despidos, otra cifra que atenta contra la economía argentina. Sin ir más lejos, en las primeras cinco ediciones del programa se destinaron cerca de $194.000 millones para sostener los puestos de trabajo del sector privado en medio de la pandemia.
