SALTA (Redacción) – La vacuna Sputnik V recibe serios cuestionamientos a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) suspendió su proceso de aprobación y, las personas vacunadas con este inoculante no podrán ingresar a países de la Unión Europea y los Estados Unidos. Ahora, sumó una nueva polémica con el Gobierno Nacional.
Es que el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) le pidió al gobierno argentino la devolución de 1,3 millones de segundas dosis de la Sputnik V. De esta manera, el Gobierno Nacional debió acceder al pedido y enviar nuevamente a Rusia las vacunas contra el coronavirus que habían arribado al país.
El Fondo Ruso de Inversión Directa le notificó mediante nota formal el 23 de septiembre al Ministerio de Salud la necesidad de realizar un recupero de las vacunas Sputnik V. Las mismas habían arribado al país los días 12 y 17 de septiembre. El Gobierno Nacional accedió y las envió nuevamente a su país de origen.
El pedido del Fondo de Inversión ruso se dio como consecuencia de la necesidad de cambiar el etiquetado y rotulado del envase secundario de las dosis recibidas. Cabe destacar que ninguna de las dosis devueltas había sido distribuida en las jurisdicciones y se encontraban en un depósito hasta la que sería su distribución.
Los conflictos con la Sputnik V
Más allá de los conflictos internacionales por el desarrollo de la Sputnik V, la problemática con la vacuna rusa siempre estuvo presente. Se utilizó en Argentina antes de que sus estudios fueran publicados en la revista The Lancet. Posteriormente, se postergaron los plazos de entrega y falló la producción de segundas dosis. Por este motivo, más de la mitad de los vacunados con el inoculante ruso recibió una dosis de Moderna para completar su esquema de vacunación. Mientras tanto, la producción argentina de la vacuna rusa esperaba tener cerca de un millón de dosis mensuales desde el mes de junio, cifra que aún no alcanzan.
