SALTA (Redacción) – Desde que asumió Alberto Fernández, el riesgo país nunca bajó de los 1.000 puntos básicos. El temor a que la Argentina vuelva a defaultear su deuda está latente. Es por eso que tras el discurso del presidente en el homenaje a Néstor Kirchner, se espera que el índice que ayer se ubicó en 1.669 puntos básicos, suba durante esta jornada.
Es que Alberto Fernández habló de la economía del país. Culpó a las empresas productoras de alimentos por la inflación y endureció su postura con el FMI. “Acá no hay un problema de emisión monetaria», señaló al referirse a la creciente inflación. “La base monetaria crece mucho menos que lo que crece la inflación ¿Saben cuál es el problema? La concentración de la producción de los alimentos”, aseguró el mandatario.
«No es justo que los precios de alimentos básicos crezcan del modo que crecen, cuando los ingresos no crecen del mismo modo. Se rasgaban hasta ayer las vestiduras en contra de los precios máximos, nos acusaban de las peores cosas, pero nosotros no dudamos. Entre los que especulan a costa del hambre los argentinos y los argentinos que tienen hambre, nosotros nos ponemos al lado de los argentinos que tienen hambre», sentenció Alberto Fernández.
La deuda con el FMI
Alberto Fernández también se mostró mucho más beligrante con el Fondo Monetario Internacional (FMI). «Días atrás, Jorge Ferraresi me invitó a un plenario en Avellaneda y un compañero me dijo ‘Presidente, le pido que no nos arrodillemos ante el Fondo’. Si todavía no cerramos un acuerdo es porque no nos vamos a arrodillar, porque vamos a negociar hasta que nuestro pueblo no vea en riesgo su futuro por pagar una deuda”, resaltó.
Por último, cuestionó a los medios y habló de las internas dentro del gobierno. A veces quisiera que los diarios de Argentina, en vez de pedirme a mí que apure un acuerdo con el Fondo de cualquier modo, le digan al Fondo que se haga responsable del daño que hizo dándole a la Argentina una deuda que no se podía pagar. El Gobierno no tiene el rumbo que ellos quieren que tomemos, que es un rumbo que nos siga endeudando, que condiciona nuestro crecimiento y nuestro desarrollo”, sentenció Alberto Fernández.