SALTA (Redacción) – Después de la reunión que tuvo Martín Soria con los integrantes de la Corte Suprema de Justicia de Nación y a quienes los criticó por ciertas irregularidades enel funcionamiento de este órgano estatal, fue entrevistado en un programa radial y allí dio detalles más específicos sobre la polémica reunión que tuvo con los magistrados supremos de la Nación.
Martín Soria reconoció que los jueces «no esperaban que en la primera visita institucional les dieran esta mirada que tiene el gobierno». En este sentido, aclaró que «cuando uno dice grandes verdades en las que todos los argentinos coinciden en el funcionamiento de la Corte, quizás a algunos no les cayó muy bien», reconoció el funcionario nacional y dejo marcada las diferencias que existe en el oficialismo con este organismo.
«Se trató de una visita institucional y les transmití la preocupación que tienen el gobierno nacional, algunos organismos internacionales y la sociedad por la crisis de legitimidad en el Poder Judicial», detalló Martín Soria. Además, resaltó que si se quiere retomar el prestigio y la imparcialidad, «la Corte Suprema tiene que ser el órgano máximo que tiene ese poder del estado y debe decirle basta a la utilización política de los tiempos procesales o a las demoras eternas de resolución de causas de lesa humanidad». Según el ministro, estos son reclamos que hacen organismos internacionales.
En este sentido, admitió que teniendo en cuenta la respuesta de los miembros de la Corte, aclaró que comprende que la verdad puede doler pero «los países avanzan en la medida de sus éxitos y también en la cantidad de verdades sobre las que hay que tolerar y trabajar». Hizo memoria y trajo a colación lo ocurrido entre el 2013 y el 2016, que fue una etapa en la que «ingresaron 16 mil causas al año y solo se resolvieron 7 mil, donde solo en el 1% los jueces desarrollaron sus fallos».
Por último, Soria sentenció según su mirada particular de que la sociedad conoce de cerca cuáles son los famosos «grupos de poder» al interior de la Corte. «La sociedad en su conjunto ve eso. Tenemos que trabajar para devolver ese prestigio. No hay peor enfermo que el que no se reconoce como tal», expresó el funcionario y cerró contando: «lo que vi fue que se quedaron preocupados, yo creo que no esperaban que alguien fuera y en la primera visita institucional les dieran esta mirada», concluyó.