SALTA (Redacción) – Alberto Fernández declara como testigo en el juicio oral por las presuntas irregularidades en las obras públicas que recibió el empresario Lázaro Báez y en el que la principal acusada es la vicepresidenta, Cristina Kirchner. El mandatario llegó hasta Comodoro Py acompañado por el diputado nacional Eduardo Valdés, de estrechos lazos con la expresidenta, y la portavoz Gabriela Cerruti.
El actual presidente es el único testigo de la audiencia y declara como consecuencia de haber sido Jefe de Gabinete durante la presidencia de Cristina Kirchner. La investigación intenta dilucidar el rol de la expresidente en la redsitribución de partidas presupuestarias que beneficiaron directamente a Lázaro Báez, amigo Néstor Kirchner y quien hasta construyó hasta el mausoleo de la familia de la expresidente.
Alberto Fernández se mostró cercano a la postura de la defensa de Cristina Kirchner y aseguró que no hay que investigar el destino de los fondos. “Me llama mucho la atención esta causa, son decisiones no judiciables”, manifestó el presidente de la Nación que se mostró critico con el accionar de la Justicia.
“No existe ninguna norma que defina cómo se distribuye el gasto en obra pública en el Presupuesto. Es una decisión de carácter política no judiciable. Y esos decisiones que se están discutiendo en materia de Presupuesto no pueden ser arbitrarias”, ratificó el mandatario ante las consultas de los letrados.
Por último, Alberto Fernández aseguró que el destino de la obra pública es discrecional. “No hay una regla que diga que a una provincia le toca una cantidad de dinero por los habitantes que tiene. No hay una regla que diga cómo se reparte la obra pública”, concluyó el presidente de la Nación.