SALTA (Redacción) – Se estima que unas 10 mil personas fueron ejecutadas por las fuerzas de seguridad de Venezuela entre 2019 y 2020 sin ningún tipo de juicio previo. Este cálculo fue realizado por Michelle Bachelet, expresidenta chilena y actual comisionado de los Derechos Humanos de la ONU. Pese a este brutal antecedente, Alberto Fernández se mostró partidario de recomponer relaciones diplomáticas con el régimen de Nicolás Maduro.
El presidente aprovechó la visita del presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, para hablar de la relación con la dictadura que gobierna Venezuela desde hace 23 años. Alberto Fernández aseguró que “muchos” de los problemas vinculados a violaciones a los derechos humanos cometidos por el régimen de Maduro “se han ido disipando con el tiempo”.
Esta frase motivó el repudio internacional. Amnistía Internacional expresó su disgusto con el presidente argentino tras sus dichos e instó a que se retracte. “Los crímenes de derecho internacional y las violaciones de derechos humanos, incluidas las detenciones arbitrarias por motivos políticos, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales y el uso excesivo de la fuerza han sido sistemáticas y generalizadas. Por lo que podrían constituir crímenes de lesa humanidad”, advirtió la entidad.
“Instamos al gobierno de Argentina a que, en sus esfuerzos por apoyar una salida a la crisis en Venezuela. Tenga presente la realidad que se vive en el país. Y se asegure de que la respuesta nacional y regional reconozca y priorice la situación de derechos humanos en Venezuela”, señalaron desde Amnistía Internacional.
Fuertes críticas de Estados Unidos
Las críticas también se hicieron llegar desde Estados Unidos. El senador Marco Rubio, de fuerte influencia en la comunidad latina de ese país, fue tajante con los dichos del presidente. «En la Argentina de Alberto Fernández se le da la bienvenida a la influencia del Kremlin en nuestra región. Así como también reconocen al narco-dictador ilegítimo de Maduro en Venezuela.Este acto diplomático imprudente plantea una amenaza directa a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos», sentenció.
