SALTA (Redacción) – Un carnicero de El Quebrachal denunció al intendente Ricardo Rojas de esta localidad por una deuda millonaria. El tema puntual es que el comerciante era proveedor municipal y de repente los cheques empezaron a ser rebotados. Para colmo su mujer también tiene un comercio poli rubro y a quienes la Municipalidad tampoco le pagó lo que le deben.
Si se sigue de cerca lo que dice la denuncia, el comerciante empezó a ser proveedor a partir del 2020. «A los dos meses de ocupar el cargo, yo empecé a ser proveedor del municipio. En 2020 anduvimos bien hasta que en 2021, más o menos en marzo o abril, ya va a ser un año, me empezaron a rebotar los cheques”, contó el hombre al que le deben plata desde la administración pública de El Quebrachal. Fueron pocas las veces en las que se saldó el dinero que le debían. Aproximadamente le están debiendo un poco más de 4 millones y medio de carne.
Compartió más detalles sobre el caso en particular. «A mí me mandaban órdenes para gente con bajos recursos, para velorios, para eventos, para clubes de fútbol. También para ellos, para su asado de la noche», relató el empresario. Reveló cuáles eran los principales cortes que vendía en su comercio de El Quebrachal. «Generalmente, para el asado de ellos era solamente asado. Para la gente de bajos recursos le daban blando, puchero, molida, esas cosas».
El comerciante era proveedor ya con el intendente anterior y nunca tuvo problema
A su vez, relató que él ya era proveedor de la Municipalidad y que nunca tuvo problemas. «Él es vecino, vive al fondo de mi casa. Fuimos amigos 20 años», expresó sobre el intendente Rojas. «Del intendente que estuvo antes fui proveedor 20 años, entonces ya venía con eso. Es más, soy proveedor de las dos escuelas de aquí. Ellos me hablaron, yo confié. En 2020 comíamos juntos, todo bien hasta que me empezó a rebotar los cheques. Lo hablamos, me dijo que lo vea con el Secretario de Hacienda, el Secretario de Hacienda me decía que no había plata», lamentó el comerciante afectado.
Mas grave es el problema si se tiene en cuenta que su esposa atiende otros locales. «En los otros locales que maneja mi esposa yo proveía la ropa para los empleados municipales. Ahí me está debiendo 6 millones 400 más o menos. Aparte de la ropa para los municipales, los basureros, le hice banners, les compré cien sillas, trofeos, plaquetas, placas. Para fin de año le daba todas las luces, para todos los eventos me encargaban cosas y yo era el proveedor que les traía todo», describió.
En total les rebotaron 48 cheques y relató que ante este terrible hecho se vio forzado a desprenderse de bienes materiales para saldar las deudas de su comercio. «Tuve que vender una camioneta, un terreno, tuve que sacar un préstamo para poder cumplir con los proveedores. Lo denuncié ante la fiscalía de Joaquín V. González. Amenazas no recibí, pero me dejó de hablar«, concluyó el comerciante de El Quebrachal.
