SALTA (Redacción) – Hace tan solo una semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) desembolsó 3.980 millones de dólares tras aprobar la primera revisión de las cuentas públicas. A las metas de la primera revisión se llegó cerrando prácticamente todas las importaciones para acumular reservas en el Banco Central. Tras esta situación, Martín Guzmán decidió renunciar y su lugar fue ocupado por Silvina Batakis.
El FMI no estuvo ajeno a los agitados cambios que se vivieron en el Gobierno Nacional y le intentó dar su respaldo a la nueva ministra. A través de un portavoz, esta entidad se encargó de dar un mensaje contemplativo sobre la llegada de la nueva funcionaria. «Deseamos al ex-Ministro Martín Guzmán todo el éxito en sus futuros emprendimientos», comenzaron diciendo.
«Esperamos trabajar con la ministra Silvina Batakis y su equipo para continuar apoyando a la Argentina y su gente a fortalecer la estabilidad macroeconómica . Abordar sus profundos desafíos para sentar las bases de un crecimiento más sostenible e inclusivo», sentenciaron desde el FMI.
La postura de Batakis
Aunque se descuenta con que Silvina Batakis cumplirá con los pedidos del FMI, aún se especula con su posición. Es que esta semana, estaba proyectado el fin de las negociaciones con el Club de París, organismo al que se le debía pagar más de 9.000 millones de dólares tras las desastrosas negociaciones llevadas adelante por Axel Kicillof en 2014.
Por lo pronto, la ministra dio algunas definiciones que la muestran algo alejada del ministro Martín Guzmán. Aunque aseguró que se avanzará con la segmentación de tarifas, Silvina Batakis sostuvo en el pasado que la intervención del Estado en la energía debe ser total, algo que podría generar serios problemas en la ya erronea política energética que dejó a todo el país con escasez de gasoil.