SALTA (Redacción) – Se estima que la inflación del mes de enero fue superior al 6%. La carne subió un 20% en un mes, las tarifas cerca de un 30% y hubo una nueva caída estrepitosa del consumo. Aún así, Alberto Fernández pronunció una insólita frase sobre la realidad económica del país.
El presidente de la Nación visitó Concepción del Uruguay y anunció la construcción de obras -sin fechas establecidas- junto al gobernador oficialista Gustavo Bordet. Desde este sitio aseguró en primer término que el turismo y la gastronomía viven una gran temporada. “Veo que la industria hotelera y gastronómica está a full», señaló desconociendo la caída de un 20% del turismo en todo el país.
Alberto Fernández aseguró que existen largas colas en los restaurantes, algo que según el presidente es un indicador de bonanza económica. «Ahora resulta que las quejas que yo escucho es que para ir a comer hay que esperar dos horas; bueno, bienvenido sea”, manifestó el presidente.
“Eso es más trabajo, es más alegría, más disfrute para los argentinos y las argentinas. Lo hicimos trabajando juntos, ese es el secreto del futuro de la Argentina. El futuro de la Argentina es es bajar el barullo de los que gritan y escuchar más la voz silenciosa de los que necesitan y quieren vivir en un país mejor”, sentenció Alberto Fernández.
Un recibimiento opaco
Más allá de sus dichos, Alberto Fernández fue recibido con insultos por los vecinos de Concepción del Uruguay. Tanto antes como después del acto en Entre Ríos, el presidente recibió fuertes agravios en medio de sus viajes por distintos partes del país de cara a su deseo de ser reelecto como presidente.