SALTA (Redacción) – Cuando asumió Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía, los simpatizantes y militantes del Frente de Todos creyeron que habían encontrado la solución a todos sus males. Sin embargo, la inflación siguió en suba, se redujeron abruptamente la cantidad de divisas disponibles y a eso se debe sumar la sequía que afecta a la cosecha por ende debilita el ingreso de dólares a las arcas estatales.
Por estas razón es que desde Economía aspiran a que el Fondo Monetario Internacional desembolse USD 5.400 millones y que reciban un informe con pocas críticas. Estas notas que envía el organismo financiero son sobre el trimestre anterior, es decir, el último del año 2022, pero también sirven como advertencia del actual. Sergio Massa sabe, mejor que nadie, que los números de la economía argentina son bastantes negativos.
Ante este adverso panorama, en Hacienda se estudia sobre cómo actuar con el tipo de cambio, otros de los grandes problemas que tienen. Para colmo a todo esto se le agrega la consecuencia de la sequía que complica las exportaciones. Según voces cercanas al ministro Massa se descarta un nuevo dólar soja pero se trabaja en algún mecanismo similar. La necesidad de divisas es imperante para la gestión actual.
En este sentido, se especial que el ajuste rondaría alrededor del 20% o 30%. Para colmo, a medida que pasan los días se disminuyen las expectativas de un clima amigable para el agro y la economía. Estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires prevé una caída del 38% de la soja, maíz y trigo sobre la campaña anterior. Lógicamente, todo esto implica un panorama realmente complejo para Massa.
El ministro y su durísima batalla contra la inflación
A poco más de un año de que el presidente haya anunciado su guerra contra la inflación, la realidad demuestra que sufrió una dura derrota. No hay acuerdos de precios, ni políticas restrictivas y ningunas de las medidas aplicadas por Sergio Massa que permita acabar con este flagelo. Los flagelos del cambio climático, de la sequía y las complicaciones actuales de la cosecha marca un rumbo difícil para bajar los indicadores actuales de precio.
