SALTA (Redacción) – Solo la historia juzgará a Alberto Fernández y lo recordará como el presidente de la pandemia. Más allá de eso no hay mucho por lo cual alabar y también podría ser rememorado como el que logró niveles inflacionarios muy altos. Además, será quien le entregará la banda a Javier Milei, una figura disruptiva que plantea cambios radicales desde la política.
A través de una entrevista radial, el presidente saliente hizo un pequeño repaso de su gestión. «Tengo la tranquilidad espiritual de haber puesto todo en los cuatro peores años del siglo», manifestó Fernández. También contó que apostaba fuertemente a que algun de su espacio sea su sucesor pero eso no ha ocurrido. «Siento tristeza porque me hubiera gustado que uno de los nuestros me sucediera. Y digo qué pena que no pudimos hacer lo que queríamos o no salió”.
Tampoco dejó de lado su molestia ante la posibilidad de que algunos de sus funcionarios termine acompañando al libertario en la gestión. «No entiendo cómo se puede representar al Gobierno de Fernández y al de Milei», se cuestionó. «No me vengan con la historia de que se puede representar a la Argentina. Eso es falso. Es problema de Scioli si se queda. Cualquiera que haya trabajado en nuestro gobierno le tiene que ser objetivamente imposible trabajar con Milei«, advirtió el jefe de Estado saliente.
Por otro lado, admitió que inicialmente el Frente de Todos «funcionó al comienzo, pero se volvió disfuncional”. Así Fernández enfatizó que «la cosa no funcionó como debía funcionar en una coalición; sin embargo, parecía que íbamos para distintas direcciones, y eso se trasladó en acciones e hizo más difícil la gestión. Me parece que es parte de un debate que nos debemos internamente en el peronismo».
Su reflexión sobre el futuro del peronismo
Del mismo modo se refirió sobre el papel del peronismo a lo largo de la historia. «El peronismo tiene que discutir lo que es y lo que quiere ser. Fueron demasiadas cosas a lo largo de la historia: ha sido conservador neoliberal con [Carlos] Menem; conservador popular con [Eduardo] Duhalde; progresista con Néstor [Kirchner], Cristina [Fernández] y conmigo. ¿Qué es el peronismo?», se preguntó.
Finalmente, propuso darle «identidad y democratización real para que vuelva a ser un partido nacional y no una congregación de partidos locales”. Lo más alarmante de todo, para la institucionalidad, es que con Cristina Kirchner «por ahora no hablamos y no sé qué pasará en el tiempo». Sin embargo, con Sergio Massa tiene otra relación y el diálogo es más fluido confirmó.