SALTA (Redacción) – La ambición del déficit cero está llevando a que el presidente se contradiga con sus promesas de campaña. Todo esto como objetivo bajar la inflación sin embargo la actualización de algunos impuestos están impactando de lleno. De tal manera es que desde el Gobierno Nacional se analiza poner al día una tarifa que golpearía de lleno en el precio de los combustibles.
Todo esto se da en el medio de la disputa por la Ley Ómnibus y la constancia para mantener el ajuste fiscal. El aumento del impuesto sobre los combustibles podría mejorar las cuentas públicas vía ingreso fiscal, pero impactaría de lleno sobre el bolsillo de los argentinos. Dicho tributo se encuentra congelado desde el 2021 y los referentes del área estiman que la suba podría ser del 11% sobre los valores actuales.
Hay que tener en cuenta que el Impuesto a los Combustibles fue creado mediante la Ley 23.996 en el año 1998. La misma tenía como objetivo la financiación de viviendas e infraestructura en todo el país. Se trata de un conglomerado de dos tributos diferentes: Impuesto a los Combustibles Líquidos y el impuesto al dióxido de Carbono. Se establece vía monto fijo y se actualiza por los índices de Precios del INDEC.
El libre mercado y aumentos de precios
Con el objetivo de evitar subas constantes del valor de los combustibles es que el Gobierno anterior suspendió la aplicación de este impuesto en el 2021. No obstante, la medida continuó extendiéndose y se estableció que este congelamiento se extendería hasta el 1 de febrero. La decisión de «no renovar» esta suspensión el mismo se trasladaría directamente a precios.
«El congelamiento en los impuestos al combustible es una medida que implica que el Estado resigna la recaudación de estos impuestos para lograr una mejor competitividad en los precios y evitar mayores costos para los ciudadanos», se aclaró en el último boletín publicado por el gobierno anterior.