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Los extravagantes hábitos de vida de Jack Dorsey, el cofundador y CEO de Twitter

El exitoso magnate del mundo de las comunicaciones y la tecnología, sorprende a todo con extremas técnicas milenarias que adopta en sus rutinas diarias.

Fuente: Instagram ( @philfaraone_ )

Parece ser que el cofundador y CEO de Twitter, Jack Dorsey, está muy concentrado en lograr que su sideral fortuna, calculada en la friolera de 5.200 millones de dólares, pase lo mas inadvertida posible a los ojos del mundo entero. Nadie puede hablar de originalidad en este intento del exitoso empresario de 42 años, nacido en San Luis (Misuri), ya que la austeridad es moneda corriente entre las luminarias de Silicon Valley. El estoicismo es la filosofía que afirma que el bien no está en los objetos externos, sino en la sabiduría y dominio del alma, que permite liberarse de las pasiones y deseos que perturban la vida. Esa parece ser la nueva moda entre los millonarios de la industria de la tecnología y las comunicaciones.

Ya en la antigua Roma ese afán de contención de las pasiones y las quejas era práctica habitual en las esferas de poder. Por ejemplo, las reflexiones estoicas del emperador Marco Aurelio se agruparon bajo el nombre de cosas para mí mismo. La «pequeña» diferencia con el cofundador de la red social del pajarito, es que lo siguen nada más y nada menos que cuatro millones de personas con las que a menudo comparte sus exóticos hábitos de vida.

Al respecto, uno de los pilares es la meditación. Recientemente, Dorsey difundió en su cuenta las imágenes de su retiro espiritual de 10 días en Myanmar para practicar una antigua técnica budista que él mismo detalla como “dolorosa en extremo y exigente de un trabajo a la par físico y mental”. “Mi habitación es básica, sin aparatos electrónicos, ni lectura, ni escritura, ni música, ni nada tóxico, ni carne, ni conversación, ni siquiera contacto visual con otras personas. Es gratis”, escribió el magnate. Los usuarios le hicieron notar entonces su falta de preocupación por limpieza étnica contras los rohingya, a lo que él respondió que Twitter también era una herramienta eficaz para que la gente diera a conocer esa tragedia.

También ha usado la red social que cofundó en 2006 para mostrar y promocionar las virtudes de sus exiguos hábitos alimenticios, que casi se asemejan a una huelga de hambre. Es que Dorsey sólo lo hace una vez al día, por la noche, y a veces ni siquiera. “Los días parecen mucho más largos cuando no los interrumpes con el desayuno, comida y cena. ¿Alguien más ha vivido esta experiencia?”, twitteó en enero pasado, cosechando 1.328 retuits y 13.723 me gusta. Un seguidor le respondió desde Nigeria: «A eso sabe la pobreza, señor».

Se le critica su falta de buen gusto en las costumbres extremas que practica como así también la falta de criterio para ponerlas a consideración de un universo tan grande de seguidores sin la rigurosa supervisión médica. El riesgo potencial que por ejemplo adolescentes con anorexia accedan a tal «desinformación» es altísimo y con posibilidades de mal utilización o interpretación del mensaje. Dorsey está convencido que el ayuno potencia su productividad. Dice que necesita sólo algún complejo vitamínico para estar al frente de dos compañías como Twitter y Square, la empresa de pagos a través del celular de la que también es socio y cofundador. También allí se muestra austero, pero en otro sentido: no tiene su oficina propia.

Ha dado muestras de desprendimiento cuando volvió a asumir el cargo de CEO de Twitter en 2015. Ese año, la compañía tuvo una de sus peores épocas y tuvo que despedir al 8% de sus empleados. Sin embargo donó una tercera parte de sus acciones a los que quedaron. “Prefiero tener una parte pequeña de algo grande a tener una gran parte de algo pequeño”, dijo en aquel momento.

Recientemente también ha compartido su rutina diaria: se levanta todos los días a las seis y cuarto. Durante una hora practica vipassana (una de las técnicas de meditación más antiguas de la India). Usa la aplicación Seven para guiarse con varios ejercicios intensivos, como bicicleta fija, ya que prefiere no contar con entrenador personal. Luego ingresa durante 30 minutos o una hora, a un sauna que alcanza los 50 grados de temperatura. Posteriormente se sumerge en una bañera con agua congelada a modo de shock térmico. Acto seguido camina durante una hora y quince minutos hacia el trabajo, aunque dos días a la semana, martes y jueves, trabaja desde su hogar. En su oficina prefiere utilizar un escritorio alto que usa de pie. Ya de regreso a su casa y tras una cena frugal (pollo o carne con ensaladas o verduras, vino, frutos rojos y chocolate) vuelve a la rutina de sauna y baño de la mañana: tres repeticiones de quince minutos de calor extremo y tres de casi congelación, antes de meditar nuevamente.

El ex modelo y masajista es un hombre soltero y es bastante parco para moverse en Twitter, en dónde es simplemente @jack y figura sin biografía. Sus tuits son muchas veces críticos con Internet y su tuitero favorito es el provocador Elon Musk. Va a ostentar para la posteridad el honor inalcanzable de haber lanzado el primer tuit de la historia en marzo de 2006.

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