Las películas de la taquillera saga «Crepúsculo» («Twilight» en inglés), lanzaron como estrellas al universo mediático a sus dos noveles protagonistas: Kristen Stewart y Robert Pattinson. Los focos de la prensa especializada y también de la amarillista se posaron sobre ambos actores, principalmente por el vínculo amoroso que los unió por aquellos años.
Los fanáticos y seguidores de la atractiva pareja se mostraron perplejos y decepcionados cuando Kristen decidió romper su relación con Robert. El motivo principal entre algunos otros, fue la escandalosa infidelidad de la que fue parte junto a Rupert Sanders en 2012, mientras ambos eran parte del staff de «Blancanieves y la leyenda del cazador», el film en el que coincidieron como protagonista y director respectivamente.
Tras el resonante evento y una vez concluída la franquicia que la había lanzado a la fama y condenado a ser víctima permanente de los paparazzi a cada paso, llegó un período de relativa tranquilidad para la bella intérprete. Sin embargo, se instaló la sospecha de que Stewart mantenía una relación sentimental con su asistente, lo que dejó en evidencia que la talentosa actriz tenía inclinaciones sexuales que no podía mostrar mientras «Crepúsculo» y su amorío con Robert estaban en el apogeo.
El derrotero emocional de la actriz fue un tanto agitado a partir de entonces. En marzo de 2016 la revista W confirmó que la cantante y actriz francesa Stéphanie Sokolinsk y Kristen mantenían una relación. En julio de 2016, la misma Stewart habló por primera vez de su amor con la productora Alicia Cargile. Desde 2016 a 2018, sostuvo una relación con Stella Maxwell, modelo de Victoria’s Secret.
Tuvieron que pasar muchos años más antes de que Stewart hablara abiertamente sobre sus preferencias sexuales. En 2017 la actriz de 29 años dijo en «Saturday Night Live» que era «muy gay». Sin embargo, las razones por las cuales decidió hacerlo distan mucho de ser las que todos suponemos. Ahora se sabe que lo hizo mas bien para enarbolar una bandera que le hiciera la vida más fácil a los que aún no podían expresarse en su mismo sentido.
En recientes declaraciones a medios norteamericanos, Stewart celebra el cambio en la cultura que ha permitido que los jóvenes, dentro y fuera de Hollywood, acepten la fluidez de géneros y sexualidad. «El hecho de que no lo tengas que hacer ahora es mucho más honesto», dijo Stewart. «Sentía una responsabilidad enorme, una que realmente me preocupaba, no podía decir que era una cosa u otra, porque entonces de alguna manera estaría abandonando al otro», agregó. Stewart celebra aquella decisión y se muestra reconfortada por la actitud otras estrellas mas jóvenes, que con sus declaraciones continúan el camino que ella misma ayudó a abrir. Tal es el caso de Sophie Turner, de 23 años, que se han negado a ponerle una etiqueta a su sexualidad.
«Si tuvieras esta conversación con alguien en una secundaria probablemente voltearían exasperados y dirían: ¿por qué complicas tanto todo? Simplemente haz lo que quieras. Es realmente agradable. Creo que ni siquiera tenemos palabras para describir las complejidades de la identidad en este momento. Estos tiempos se tratan de encontrar un nuevo lenguaje. Y realmente entender que tu hogar de palabras, por decirlo así, lo construyes tú mismo. Puedes tener un millón de definiciones de cualquier palabra que quieras. Están abiertas a interpretación… pueden ser usadas como armas o más como salvadoras», ha declarado Stewart.
Ya en el plano artístico, Kristen Stewart pondrá ese espíritu al que hacía mención en su ópera prima como directora. Se trata de una adaptación de la autobiografía de una nadadora bisexual convertida en artista titulada «The Chronology of Water». Al anunciar el proyecto, aseguró que las memorias de Lidia Yuknavitch, una de las escritoras feministas más respetadas en el mundo, son algo «profundamente personal» para ella.
Asimismo, la actriz actúa junto a Laura Dern en «J.T. LeRoy», una biopic sobre una joven llamada Savannah Knoop, que usurpó la identidad de LeRoy, un seudónimo literario creado por Laura Albert, su cuñada, para su obra artística. Esta última asumía la personalidad en sus apariciones públicas, con el pequeño gran detalle que LeRoy era hombre. Actualmente Knoop se identifica como una persona no binaria, es decir, sin un género definido.