Britney Spears apareció en un tribunal de Los Ángeles para declarar sobre la tutela bajo la que ha estado durante los últimos 11 años. Si bien se le ha prohibido el acceso al recinto a los medios de comunicación, fuentes de la corte informan que la cantante de 37 años de edad, habló ante un juez y estuvo acompañada por su madre, Lynne Spears. Un informe del portal de espectáculos TMZ muestra una foto de Spears saliendo de la sala del tribunal descalza. Según el sitio, se ordenó una evaluación exhaustiva a la ex chica Disney por parte de especialistas. La próxima audiencia fue fijada para el 18 de septiembre.
Fuera de la sala, los manifestantes del movimiento #FreeBritney formaron piquetes con carteles y cánticos para poner fin a la tutela. Hoy mismo, Courtney Love tuiteó su apoyo a Spears y escribió: «Britney, ¡eres tan valiente!». Si bien no se citó la razón específica de la audiencia de informe de situación de la cantante, cabe destacar que se han realizado múltiples controles de rutina desde que comenzó su tutela en 2008, pero los recientes acontecimientos en la vida de Spears han hecho que este en particular adquiera mayor relevancia.
El padre de Britney, Jamie Spears, ha sido su curador desde 2008, y se convirtió en el único este año después de que el abogado Andrew Wallet renunció a su co-tutela en marzo. Jamie Spears sufrió una ruptura de colon en noviembre pasado y, evidentemente, su recuperación no ha sido fácil. En enero, Britney pospuso su programa «Britney: Dominación» en el Park Theatre en el resort Park MGM en Las Vegas, así como un nuevo álbum, y luego se recluyó en un establecimiento de salud psiquiátrica durante un mes, por el estrés causado por la dolencia de su padre.
Abandonó las instalaciones varias veces durante su tratamiento, incluida una visita del domingo de Pascua al hotel Montage en Beverly Hills con su novio de toda la vida, Sam Asghari. Algunos informes no confirmados afirmaron que la exitosa rubia se negaba a tomar los medicamentos que le habían recetado a raíz de su comportamiento errático entre 2007 y 2008. Según las fuentes no identificadas, Jamie había insistido en que la residencia en el centro de salud fuera extendida.
Otros informes de distintos portales de espectáculos dijeron que estaba retenida contra su voluntad y algunos fanáticos realizaron una protesta pública ampliamente divulgada en West Hollywood, con carteles de «Free Britney». Probablemente no por casualidad, la cantante habló a los fans en un video de Instagram al día siguiente, diciendo: “Hola, muchachos, solo les informo a todos ustedes que han estado preocupados por mí que todo está bien. Mi familia ha estado pasando por mucho estrés y ansiedad últimamente, así que solo necesitaba tiempo para lidiar con esto. Pero no se preocupen, volveré muy pronto”.
Desde que dejó el tratamiento a fines del mes pasado, la estrella ha compartido varias publicaciones en Instagram, red social en la que es toda una celebridad contando con mas de 21 millones de seguidores y fanáticos. Entre sus posteos, ellas muestra un baile de uno de sus temas mas exitosos del verano de Cardi B “Me gusta”. “Quién sabía que el estrés sería una gran pérdida de peso de 5 libras. Yay por mí”, escribió, agregando guiños de ojos.
Sin embargo, el drama recrudeció la semana pasada cuando la madre de Britney, Lynne, quien se divorció de Jamie en 2002, presentó documentos judiciales pidiendo permiso para que un abogado compareciera en su nombre en la audiencia de ayer. En los documentos, sus abogados escribieron que para el “mejor resguardo de la cantante se debía permitir que Lynne Spears tenga voz en la audiencia de estado”, según CNN.