Amanda Bynes puede que esté muy feliz y saludable ahora, pero el centro de salud que la trató a principios de año no lo está y por eso la ha demandado. Creative Care Inc. presentó una demanda contra la estrella de 33 años en abril alegando incumplimiento de pagos por un monto de 2,467 dólares en concepto de su estadía durante el mes de febrero, de acuerdo con los documentos recogidos en la Corte de Los Ángeles por Page Six. El centro alegó que recibió atención hospitalaria del 21 de febrero al 22 de febrero, pero no pagó su factura de servicio.
La instalación señaló un porcentaje equivalente a 2,467 dólares de su tarifa residencial mensual, la cual es de 37,000 dólares. No queda claro exactamente por qué la actriz recibió tratamiento, sin embargo en marzo se informó que se había registrado nuevamente en un centro de salud mental para tratar una recaída relacionada con problemas de estrés. La estrella de Hollywood se mantendrá bajo la tutela de su madre hasta agosto de 2020, por lo que puede ser la encargada de las finanzas de Bynes hasta entonces.
Según fuentes del portal de noticias TMZ, la ex estrella infantil se registró en un centro de rehabilitación ubicado el área de Los Ángeles durante el mes de enero luego de una recaída. Fuentes del sitio web señalaron que Bynes estuvo luchando con el escrutinio público luego de su regreso a la esfera pública. En los últimos meses de su aparición, Bynes se mantuvo haciendo audiciones para distintos papeles, e incluso intentó lanzar una línea de ropa. Sin embargo, el estrés demostrado ser demasiado para la antigua estrella de «All That».
Además de buscar ayuda para tratar sus problemas de salud mental, Bynes también estuvo recibiendo tratamiento para tratar sus problemas de adicción a las drogas. En noviembre, Bynes dijo abiertamente en una entrevista para la revista Paper que las drogas habían contribuido a empeorar sus problemas mentales a principios de la década; sin embargo, señaló que pudo mantenerse sobria durante los últimos cuatro años. «Esos días de experimentar con sustancias han terminado», dijo la actriz a la revista.
«No estoy triste por eso, tampoco me estoy perdiendo de nada bueno, realmente me avergüenzo de cómo esas sustancias me hicieron actuar. Cuando dejé de usarlas, volví a la normalidad e inmediatamente me di cuenta de lo que había hecho, fue como si un extraterrestre hubiera invadido literalmente mi cuerpo. Ese es un sentimiento muy extraño». TMZ informó en aquella ocasión que Bynes todavía estaba recibiendo apoyo de sus padres. La actriz permaneció bajo una tutela iniciada por sus padres, pero, según los informes, también ha sido supervisada por un especialista en salud mental desde 2014.
Bynes estuvo fuera del ojo público durante varios años, pero de vuelta a la acción lanzó la iniciativa de crear una nueva marca de moda. La controversial actriz registró la marca «Vintage By Amanda Bynes» para vender una variedad de productos en categorías que incluyen ropa, joyas y productos de belleza, según los documentos obtenidos por The Blast. Como ejemplo de un artículo que pretende producir y vender, Bynes incluyó una llave dorada de aspecto antiguo pintada con el nombre de su nueva marca.
La actriz también ofreció una mirada de su próxima colección en una entrevista de portada para el número anual «Break the Internet» de la revista Paper, para la cual posó luciendo una camiseta plateada con incrustaciones de cristal inspirada en la década de 1920. Como informó Page Six en 2017, Bynes estuvo cerca de graduarse en el Fashion Institute of Design and Merchandising, donde estuvo inscrita desde 2014, antes de que finalice el año.