Los problemas del príncipe Harry y Meghan Markle deben quedar dentro del palacio de Buckingham. Recientemente, un consejero de la casa real británica declaró al diario The Mail On Sunday que “la familia real tiene claro que los temas que haya que discutir deben discutirse a puerta cerrada”.
Recordemos que hace una semana los duques de Sussex se quejaron públicamente del acoso mediatico que sufren. Tan es así, que aprovecharon, en su documental sobre su gira por África, para tener una charla a corazón abierto frente a las cámaras en donde aseguraban que consideraban abandonar temporalmente Reino Unido.
Además, Harry confesó que existen diferencias con su hermano, el príncipe Guillermo, y estas declaraciones no le cayeron nada bien a la reina Isabel. Todas estas declaraciones sembraron la tensión entre los duques y el palacio de Buckingham, donde todavía rige la vieja regla de oro de la reina madre: “No quejarse nunca, jamás explicar nada, y hablar en público solamente en contadas ocasiones”.
Meghan Markle por su parte, había dicho que realmente le cuesta adoptar todas las reglas de una integrante de la realeza y cree que guardarse los sentimientos es más dañino que mostrarlos. “He intenado adoptar la flema británica. De verdad que lo he intentado. Pero creo que lo que hace por dentro esa impasibilidad es realmente dañino”, explicaba.
El príncipe Guillermo y Kate Middleton también hablaron sobre sus sentimientos, pero la diferencia es que ellos lo hicieron en marco del trabajo con campaña Heads Together, en la que participan para luchar contra el estigma de las depresiones mentales. “No somos robots. La flema británica está muy bien, y tenemos que adoptarla en los momentos realmente difíciles. Pero fuera de este caso, tenemos que relajarse un poco y ser capaces de hablar de nuestras emociones” aseguraba el hermano de Harry.