Alicia Keys habló sobre cómo se las arregló para manejar la celebración de la 62ª Entrega Anual de los Premios GRAMMY celebrados este domingo. Keys regresó a la noche más grande de música como anfitriona de ceremonias por segundo año consecutivo, y se encontró con el poco envidiable trabajo de abrir la ceremonia bajo la sombra de la trágica muerte de Kobe Bryant.
En una entrevista tras bambalinas después del espectáculo, Keys reflexionó sobre cómo logró abordar la impactante y desgarrador noticia de los eventos con cierta gracia. «Esta fue una noche realmente difícil, y por eso creo que fue una montaña rusa», compartió Keys. «Fue doloroso, es doloroso en este momento. Perdimos a un héroe querido para todos nosotros. Una persona que es como un verdadero ejemplo de brillantez y excelencia», agregó.
Un gran reto asumido
«No es fácil seguir adelante con todo ese peso», admitió la cantante. «Pero creo que la energía que siempre trajo y ese espíritu de lucha… es lo que nos hizo pasar por esta noche», agregó. El cantante de «Girl on Fire» abrió el programa con un emotivo homenaje musical al ícono de la NBA, quien junto con su hija de 13 años, Gianna , y otras siete personas, murieron el domingo en un accidente de helicóptero en Calabasas, California.
Keys se unió a Nathan Morris, Wanya Morris y Shawn Stockman de Boyz II Men para realizar una actuación poderosa y significativa de su éxito de 1991, «Es tan difícil decir adiós», el cual honró la memoria de Bryant y reflejó las emociones de casi todos en el audiencia. «Siento que él estaba en todos nuestros corazones y espíritus y eso es lo que lo hizo sentir bien», explicó Keys después del espectáculo.
Conmovedoras palabras
La cantante estuvo en el backstage con sus hijos y su esposo, DJ y productor Swizz Beatz, y él no pudo sentir más que admiración por cómo su esposa manejó la difícil responsabilidad. «Esta fue una noche pesada y ella puso la carga sobre sus hombros e hizo que la gente se sintiera cómoda en todo momento», se maravilló Beatz. «Es una bendición».